La obesidad una enfermedad compleja
viernes, 30 de enero de 2015 9:12 By Augusto Socìas
Por: Eliscer Guzmán
New York- Cuando vemos a alguien con exceso de peso, lo primero que nos
llega a la mente es sin duda que esa persona come mucho y hace poco
ejercicio. En realidad la obesidad es una entidad mucho más compleja que
la famosa creencia, de que la" gordura" se produce porque ingerimos mas
calorías que las que quemamos.
Predisposición genética, factores ambientales y trastornos de
comportamiento han sido señalados como elementos importantes en el
origen y tal vez más importante, en la persistencia de la obesidad. Sin
lugar a dudas, sin embargo, el aumento de la obesidad en las últimas
décadas y a nivel mundial tiene como etiología principal el exceso de
ingesta calórica y el sedentarismo.
El tamaño de las porciones ingeridas, el exceso de calorías consumidas
independiente del tamaño, combinado con costos bajos de alimentos
chatarras han contribuido sin dudas al aumento exorbitante de la
obesidad.
A partir del 1980 la prevalencia de la obesidad se ha duplicado en el
mundo. Hay más de 1.5 billones de personas con sobrepeso, de los cuales
200 millones de hombres y más de 300 millones de mujeres son obesos. Y
como una muestra de que esta epidemia no termina ahí hay más de 42
millones de niños menores de 5 años sobrepeso u obeso.
Y sabemos que muchos de estos niños, a menos que no se eduquen
adecuadamente, van a ser adultos obesos. Pero frecuentemente el problema
de la obesidad es propiciado y perpetuado por nuestra sociedad:
mercadeo constante de alimentos ricos en grasas y con sabores variados y
atractivos se convierten en anzuelos irresistibles tanto para niños
como para adultos.
Oficios y trabajos sedentarios, televisión y computadoras, aparatos de
control remoto, elevadores y escaleras eléctricas confabulan en conjunto
para crear y perpetuar el sedentarismo y como consecuencia la obesidad.
Si pudiéramos usar esos mismos elementos para recordarnos que por cada
hora de televisión o de haraganear en un sofá deberíamos hacer media
hora de ejercicios todos los días. O quizás que al comer arroz blanco o
bizcocho no molestara la conciencia.
Bueno, soñar no cuesta nada y créanme que a veces muchos de estos sueños
se pueden hacer realidad. Vamos a ser ejemplos para nuestros niños y
seres queridos y hagamos del 2015 el año de los cambios positivos. www.zabalaaldia.com
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