Kaufmann: "Plácido Domingo siempre ha sido un ejemplo"
sábado, 17 de enero de 2015 9:10 By Augusto Socìas
Londres, (EFE).-El alemán Jonas
Kaufmann, uno de los tenores más reconocidos del momento, asegura que
desde el inicio de su carrera ha considerado al español Plácido Domingo
un ejemplo a seguir por su facilidad para dominar un vasto repertorio,
inabarcable para la mayoría de cantantes.
Con 45 años,
Kaufmann acumula interpretaciones de obras francesas, italianas y
alemanas, y se reconoce halagado ante las comparaciones con el cantante
español, que en los últimos tiempos se ha prodigado en roles de
barítono.
"Me decían que tenía que especializarme, que no
podía hacerlo todo, y yo respondía: '¿Pero Plácido lo hace, verdad?'.
Ahora me estoy acercando a las comparaciones con él y es emocionante ver
que he alcanzado algo que jamás soñé", sostuvo el alemán en una
entrevista con Efe.
"Plácido siempre ha sido un ejemplo",
recalcó Kaufmann, que esta semana estrena en la Royal Opera House de
Londres una versión del "Andrea Chénier" de Umberto Giordano en la que
brillará de nuevo en el papel protagonista.
La carrera del
alemán dio un salto definitivo en 2006, cuando debutó como Alfredo en
"La Traviata", en el Metropolitan de Nueva York. En los dos últimos
años, a pesar de los "altos y bajos" que él mismo reconoce, se ha
consolidado como el tenor de moda en el panorama mundial, codiciado por
los teatros más prestigiosos.
Al reflexionar sobre su
trayectoria, Kauffman lamenta la dificultad de planificar su futuro con
los casi cinco años de antelación que requieren las nuevas producciones
en los grandes teatros.
"Cuando estás desesperado por trabajos
aceptas lo que haya, pero cuando ya tienes la opción de elegir debes
tomar decisiones sabias, en el sentido de que sean buenas para ti y tu
reputación, para tu voz, y buenas para ti mismo, para tu alma", indicó
el tenor.
"Debes hacer producciones que vayas a disfrutar, que
estés deseando hacer. Eso marca una gran diferencia", razonó el
cantante, que insiste en que la necesidad de disfrutar sobre el
escenario ha guiado hasta ahora su trayectoria.
Según relata,
el placer de cantar lo encontró durante sus primeros años como
profesional, cuando unos constantes problemas de garganta le obligaron a
reeducar su voz y encontrar un modo de expresión menos encorsetado.
"El profesor adecuado me enseñó a confiar en mi voz, a saber que
todas las notas van a estar siempre ahí. Eso te otorga mucha relajación.
Para crear sonido no solo es necesaria potencia, sino también relajar
las partes adecuadas del cuerpo para que vibren y amplifiquen la voz",
afirmó Kaufmann.
"Ahora me siento libre sobre el escenario, no
tengo preocupaciones en mi mente. No estoy pensando 'cuidado con esto,
respira', o bien 'cuidado, ahora vine una nota alta'. Nada de eso.
Simplemente uso la voz como si estuviera hablando", asegura el cantante.
Hasta que superó aquella crisis vocal, Kaufmann nunca entrevió el
éxito que le esperaba como cantante de ópera, un triunfo que es fruto,
entre otros factores, de algunas decisiones arriesgadas que tomó en su
juventud.
Abandonó primero sus estudios de matemáticas para
centrarse en el canto y rechazó después un contrato en el teatro estatal
de Sarrebruck, al oeste de Alemania, para mantener la capacidad de
elegir los roles más adecuados para su voz.
El tiempo le dio la razón y actualmente vive un rotundo éxito que mantiene su agenda repleta gran parte del año.
"Tengo una vida en la que casi nada se repite. Siempre estoy en un
lugar nuevo, en una ópera distinta, con colegas diferentes. En ocasiones
me siento como perseguido", relató Kaufmann.
"Aprecio haber
logrado una carrera tan exitosa, aunque es muy difícil encontrar tiempo
para mí mismo, para mi familia y mis amigos. Me siento como si tuviera
que pedir perdón constantemente por no poder hacer todo lo que me
ofrecen", afirmó el tenor.
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