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Contúa lapela de apagones en sectores de clases meia y baja, principalmente. Cuando fue designado ellicenciado Celso Marranzini como cabeza de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), se crearon espectativas puesto que él fue el más incisivo crítico de la administración del ingeniero Radhamés Segura.

Sin embargo, luego de un respiro de las odiosas interrupciones del servicio, los apagones volvieron con más fuerza. Marranzini tiene el reto de disminuir elproblema. Hizo bien cuando desmanteló la comrpa de opinión de su antecesor y la famosa nómina de comunicadores que se chupaban casi tres millones de pesos mensuales de los pendejos contribuyentes.

Ahora debe no sólo poner en práctica las recomendaciones de losorganismos internacionales que otorgan préstamos a la CDEEE, sino trabajar para que los que no pagan empeicen a cantearse con el deficiente srvicio.

Tenemos más de 40 años cogiendo pelas de apagones y escuchando promeas que nadie cumple. Marranzini está obligado a carabina a cambiar la ineficiencia en la CDEEE. Los apagones irritan al más despistado.

En 1997 cuando se anunció con bombos y platillos la famosa capitalización, se dijo que la misma constituía una solución a largo plazo de los problemas del sector. No osbtante, han transcurrido 13 años y continuamos los pendejos contribuyentes pagando la energía que otros no pagan amparados en que son padres de familia pobres.

En Santo Domingo Norte, por ejemplo, los residentes en la urbanización Vista Bella, casi todos pagan religiosamente porel pésimo sevicio. Sólo recibieron mucha energía hasta el primero de enero. Ocurre que ese sector pertenece al mismo circuito de barrios donde casi nadie paga.

Loprimero que debe hacer la CDEEE es mejorar el srvicio y al mismo tiempo, cortárselo alque no pague. Hace años que en este país se debe dejar la demagogia que critican de la boca hacia afuera los partidos que nos han gobernado, pero por lo bajo la estimulan.

Otra cosa, la CDEEE suscribió contratos con empresas generadoras que establecen que a las mismas hay que pagarles aunque no cumplan con la cantidad de energía convenida. Todavía, de amanera ainadmisible, esos contratos están vigentes, pese a que en diversas ocasiones se ha anunciadoque se revisarían.