Bocinas y profesionales en radio y tv
Muchos comunicadores han perdido credibilidad comportándose como activistas fanatizados de los partidos mayoritarios.
Cada ciudadano tiene derecho a militar en una agrupación partidista. Así lo consagra la Constitución.
Sin embargo, una cosa es pertenecer a un partido, y otroa es actuar como activista y vocinglero, llegando inclusive a propagar mentiras en aras de colocar sus particulares intereses por encima de los generales.
Es por eso que son pocos los periodistas que a diario enfocan temas del accionar político. Durante las pasadas elecciones se vio cómo algunos que pueden calaificarse de "bocinas" se empeñaban en tapar el sol con un dedo.
Lo mismo puede decirse de aquellos que gozan de prebendas del actual gobierno. Unos y otros, han perdido credibilidad, que es lo peor que le puede ocurrir a quien hace opinión.
Claro, cada quien hace con lo suyo un saco y se introduce en él, como dice el refrán.
Muchos-y están en su derecho-han amasado fortunas millonarias por "defender" acciones gubernamentales.
Sucede que la mayoría del pueblo no es tonta y distingue entre quienes insultan y tratar de convertir en verdades mentiras y aquellos que proclaman lo cierto.
Cada ciudadano tiene derecho a militar en una agrupación partidista. Así lo consagra la Constitución.
Sin embargo, una cosa es pertenecer a un partido, y otroa es actuar como activista y vocinglero, llegando inclusive a propagar mentiras en aras de colocar sus particulares intereses por encima de los generales.
Es por eso que son pocos los periodistas que a diario enfocan temas del accionar político. Durante las pasadas elecciones se vio cómo algunos que pueden calaificarse de "bocinas" se empeñaban en tapar el sol con un dedo.
Lo mismo puede decirse de aquellos que gozan de prebendas del actual gobierno. Unos y otros, han perdido credibilidad, que es lo peor que le puede ocurrir a quien hace opinión.
Claro, cada quien hace con lo suyo un saco y se introduce en él, como dice el refrán.
Muchos-y están en su derecho-han amasado fortunas millonarias por "defender" acciones gubernamentales.
Sucede que la mayoría del pueblo no es tonta y distingue entre quienes insultan y tratar de convertir en verdades mentiras y aquellos que proclaman lo cierto.
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