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No basta con darle una pensión a un Locutor/ra; hace falta,  pero mucha, que el Estado Dominicano ponga una mayor atención a este profesional de la comunicación hablada.

Acerca de las pensiones otorgadas a comunicadores de la prensa escrita y a locutores-ras, un decir del pueblo, expresa, "no son todos los que están, ni están todos los que son", las que hasta ahora se han entregado   son muy merecidas, pero hay otros que están esperando pacientemente a que Dios toque al ciudadano Presidente de la República, a ver si puede aliviar con su acción solidaria, por lo menos, la carencia que en sentido general están atravesando.

Un Locutor/ra en edad de retiro{de las venas un verdadero Locutor/ra nada ni nadie puede retirar su vocación, ni aún los años en la piel}, como cualquier otro ciudadano,  mínimo necesita tener atenciones médicas, buena nutrición, vestir adecuadamente, un vehículo para transportarse,  y debería estar preparado  para disfrutar al máximo su edad senil con elegancia y dignidad.

Esos "chelitos" destinados al tema que estamos poniendo en perspectiva, no cuadran ni alcanzan para ejercer, como debe ser, la agenda de la senectud, no se corresponden con la realidad económica del presente para que el maestro del buen decir pueda vivir una vida decente y decorosa en sus últimos días, y lo escribo con mucho dolor en mi corazón; porque me duele la situación en que se encuentran una serie de Locutores que pusieron en ALTO el nombre de la Nación en su momento, no solamente en el ámbito local, sino también allende los mares.

El panorama que vive una parte en necesidad de asistencia es tan deprimente; que el Círculo de Locutores Dominicanos proclamó un mensaje de atención al primer mandatario de la república el año pasado{2014}, expresa: "Señor Presidente, lo estamos notando indiferente con la clase locutoril, nosotros también tenemos derecho a vivir, necesitamos que usted a través del Poder Ejecutivo, les otorgue las pensiones a los compañeros, porque están pasando por situaciones difíciles, muchos de estos locutores se encuentran sufriendo de enfermedades degenerativas, como  cáncer, alzhéimer, diabetes, presión arterial, artritis, entre otras".  Realidad cruda y dramática expuesta por la organización representante de los profesionales de la comunicación radiar.

Este artista talentoso por excelencia, dotado por Dios para ejercer sus atributos ante el micrófono, tiene el poder de la palabra, la cultura y la vocación para comunicar, posee la bendición del Señor para transformar la tristeza en alegría, es una fábrica de inspiración para la comunidad a la que ofrece su servicio, es un paradigma de esfuerzo y progreso, todo eso y más, desciende del Señor, no lo puede comprar el dinero, ni pagar la costa de su facultad.

Si quieren hacer cosas grandes, como las que hicieron ellos en su tiempo, y siguen haciendo por ser íconos de la radio y representantes brillantes del arte de expresarse con elocuencia mediante palabras, entonces honren la trayectoria de la radiodifusión ejercida  por este universo de la comunicación, en su justa dimensión


Pastor
Antonio-Sócrates-Regalado