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Por segundo año consecutivo el Paseo de la fama de Hollywood vuelve a ser polémica: a solo días para la entrega de los premios Óscar, apareció una escultura que simboliza a la emblemática estatuilla, esnifando cocaína.
La obra se debe al artista callejero Plastic Jesus, quien se caracteriza por plasmar en sus trabajos con ojo crítico e ironía los acontecimientos mundiales más relevantes.
“La pieza intenta llamar la atención sobre el problema de la drogadicción que oculta Hollywood y que afecta a cientos de personas en esta industria. Ha sido largamente ignorado hasta la muerte de una larga lista de importantes celebridades”, explicó Nick Stern, uno de los fotógrafos que trabaja con el artista.
El mismo artista colocó una estatuilla inyectándose heroína en 2014 y la obra fue muy polémica porque pocas semanas atrás el actor Phillip Seymour Hoffman había muerto por una sobredosis de esta droga.(Agencias).