El carnaval uruguayo alcanza su clímax con el popular desfile de Llamadas
viernes, 6 de febrero de 2015 6:51 By Augusto Socìas
Montevideo, (EFE).-Cientos de
montevideanos y turistas se echaron a la calle para disfrutar con el
desfile de Llamadas, la marcha culmen y de mayor apogeo del carnaval
uruguayo, que recorre los antiguos barrios Sur y Palermo de la ciudad al
ritmo de la música candombe que marcan las comparsas de negros y
lubolos.
El carnaval uruguayo, que dura 40 días y está
considerado el más antiguo del mundo, es la fiesta más popular del país y
da cabida a medio centenar de comparsas en su concurso oficial.
Entre murgas, humoristas, revistas y parodistas, son los negros y
lubolos los que protagonizan por completo el desfile de hoy, el más
masivo y folclórico de todo el movimiento carnavalesco uruguayo, con sus
tambores repicando candombe y sus bailarinas cimbreando las caderas.
"Tal es así que en los años 50 de se decía que lo único auténtico
eran los tambores del desfile de Llamadas", dijo a Efe el presidente de
la Asociación Civil Africanía, Tomás Olivera, parafraseando al
musicólogo uruguayo Lauro Ayestarán.
"Es la alegría del
carnaval, lo representativo de nuestra raza. Los tambores, los
bailarines, las mama viejas (representan a las antiguas amas de llaves
del Uruguay colonial)... No se imaginan lo que se siente cuanto año tras
año se vuelve a ver esto", dijo una señora de origen afrouruguayo que
contemplaba el desfile.
Por Barrio Sur y Palermo pasearon hoy
un total de 19 agrupaciones, a lo largo del kilómetro y medio que
abarcan las calles Carlos Gardel e Isla de Flores, encabezadas por la
reina de Llamadas, Romina Reinaldo, y sus vicerreinas, Tamara Rodríguez y
Gimena Paola Fortes.
Los portaestandartes y portabanderas,
encargados de lucir los colores y emblemas de las comparsas, abrieron el
desfile de cada grupo.
Detrás de ellos marcharon los
personajes típicos de la fiesta: los gramilleros (una especie de
brujos), las mama viejas, los escoberos (malabaristas con la escoba), y
las vedetes, todos danzando al son del candombe, expresión del folclore
uruguayo que llegó al país con los esclavos africanos.
A
continuación el cuerpo de bailarinas, maquilladas y envueltas en
coloridos trajes repletos de lentejuelas y plumas, que avivaron las
viejas y estrechas calles de esta parte de la ciudad, cuna de los
afrouruguayos y de dos variaciones rítmicas del candombe: la de Cuareim
(Barrio Sur) y el de Ansina (Palermo).
Un único tipo de
tambor pero en varios tamaños, chico, repique, piano y bombo, y cientos
de tamborileros disfrazados y con el rostro pintado marcaron el ritmo y
se dejaron las manos sobre el instrumento hasta incluso provocarse
heridas.
"El candombe y las Llamadas son algo muy uruguayo, me encantan", indicó una joven espectadora.
El eufórico público vibró al paso de cada grupo, principalmente con
las bailarinas y vedetes, que con vestidos ligeros de ropa y muy
provocativos contonearon las caderas con movimientos no aptos para todos
los públicos y sólo imitables por personas en buen estado de forma.
"El candombe es de los negros, pero lo gozan los demás", dice uno de
los temas más populares del carnaval uruguayo, que rinde homenaje en el
día de hoy a esta música de viejas raíces afro con la que los esclavos
recreaban los ritos de su antigua tierra.
Para Tomás Olivera,
el desfile de Llamadas "es el verdadero y más importante hecho
folclórico" del país", aunque diferencia entre el concurso de los
desfiles de hoy y mañana y las salidas espontáneas que se producían en
el barrio al sonido de los tambores.
"Salían cuatro o cinco
tamborileros primero, y poco a poco se iban sumando al grupo otros más
que se llamaban con su sonido", explicó.
Todavía hoy los domingos varias comparsas salen a tocar por las calles del barrio Sur y Palermo.
"Es un hecho cultural que se transmite de generación en generación,
que es anónimo, que no se sabe cómo se inventó, que es espontáneo y
tradicional, y todas esas cosas son características del desfile de
Llamadas de tambores", indicó Olivera.
"El oficial tiene un
carácter más turístico y comercial, se deja un poco de lado la tradición
y está todo organizado", aseveró.
La asociación que
representa Olivera ofrece cursos de candombe, de percusión y de baile, y
radica en uno de los epicentros del desfile de Llamadas, el barrio Reus
al Sur.
Junto con Palermo, son los distritos en los que
surgieron las primeras comparsas y en los que todavía residen la mayor
parte de los afrodescendientes uruguayos.
"Es un barrio
tamborilero, candombero, es el primer barrio de carácter comunitario,
destinado a inmigrantes que llegaban por oleadas a final del siglo XIX
de distintas partes de Europa, pero sobre todo de España e Italia",
explicó Olivera.
A partir de 1900 comenzó a recibir
inmigración de población afro, hasta el punto de que "en un determinado
momento más del 50 % eran negros", añadió el representante del barrio
Sur.
Mañana viernes, 20 comparsas más completarán las
Llamadas, divididas en dos días por el creciente número de participantes
y de expectación popular.
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