Brasil fue testigo del apocalipsis y la cultura afrocaribeña
martes, 17 de febrero de 2015 11:06 By Augusto Socìas
La lluvia torrencial no detuvo el ritmo de la batería, la samba de
esculturales bailarinas semidesnudas ni el recorrido de un mar de gente
con suntuosos disfraces: en medio de rayos y truenos comenzaron el
domingo los desfiles en el sambódromo de Río, apoteosis del Carnaval más
famoso del mundo.
Las celebraciones callejeras han causado, no
obstante, dos muertos y diez heridos en Brasil. El principal episodio de
violencia se registró en Paraty, donde un enfrentamiento entre narcos
rivales tuvo como resultado un muerto y nueve heridos de bala. Otro
hombre fue apuñalado en Sao Paulo y uno más herido en Salvador de Bahía
durante una pelea.
En el sambódromo de Río, el público aguantó
estoico la tormenta en las tribunas, cubiertos de pies a cabeza con
impermeables desechables. Los integrantes de las escuelas tampoco se
dejaron amilanar por el mal tiempo.
Más de 72.000 espectadores
asisten en éxtasis a los desfiles de las 12 mejores escuelas de samba,
que compiten durante 2 días por el título de campeona del Carnaval. Cada
una escoge un tema para la presentación e invierte millones de dólares
para recorrer durante un máximo de 82 minutos los 720 metros de la
avenida Sapucaí.
Las carrozas favoritas. Un
desfile sobre las locuras que las personas harían si creyeran que el fin
del mundo es al día siguiente fue el más aplaudido el domingo. La
escuela que tuvo esta idea, la Mocidade Independente de Padre Miguel,
fue despedida por el público con el grito de “campeón”.
La
presentación de esta agrupación, integrada por cerca de 4.000 músicos y
bailarines, sorprendió por el lujo de los disfraces y la creatividad de
las carrozas alegóricas, algunas de las cuales iban equipadas con
efectos especiales.
La escuela Salgueiro, con un desfile dedicado
a la culinaria del estado de Minas Gerais, ofreció como siempre una
presentación técnicamente perfecta, repleta de actores y personalidades
famosas.
Viradouro exaltó la importancia del negro en la cultura
brasileña. El aguacero no impidió que los integrantes de la agrupación
ni las personalidades invitadas a desfilar, entre ellas los tenistas
españoles Rafael Nadal y David Ferrer, atravesaran el sambódromo con
gran alegría y energía.
La escuela Mangueira se vio perjudicada
por la lluvia y su presentación, dedicada a las mujeres brasileñas, pecó
por la falta de emoción. Vila Isabel, cuyo motivo principal fue la
música clásica, mostró que estaba más preocupada con la perfección que
con la animación del público, que recibió con frialdad el desfile.
Brasilia festejó el Carnaval con un bicibloco (actividad
de bicicletas, patines y patinetas) en la avenida Eixao, pues el
desfile oficial de escuelas de samba del Distrito Federal fue suspendido
por falta de presupuesto. (AFP/EFE).
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