Una trompeta para un viaje más allá de la pobreza
jueves, 29 de enero de 2015 9:10 By Augusto Socìas
Caracas, (EFE).-A Wilfrido Galarraga,
un trompetista de 30 años que se crió en una de las zonas más humildes y
peligrosas de Caracas, la música le ha salvado la vida, y le ha llevado
a emprender un viaje más allá de la pobreza.
Acaba de
terminar una exitosa gira por Europa como uno de las principales
trompetas de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, y está convencido de
que su historia "es una prueba de que sí se pueden hacer las cosas, con
esfuerzo".
El joven músico, hijo de un vigilante y una
empleada gubernamental, creció en Catia, una barriada al oeste de la
Capital venezolana en el seno de una familia humilde, y recibió
inspiración de un familiar que tocaba la trompeta en una agrupación de
salsa.
"Yo veía a mi tío, y me gustó ese instrumento pero,
cómo me compraba yo una Yamaha si eso era tan caro y yo tan pequeño",
cuenta Wilfrido que recuerda con nostalgia el día que vio por primera
vez una orquesta de música clásica y aún sin trompeta se repetía: "yo
quiero estar ahí".
Wilfrido conoció El Sistema, el proyecto
del venezolano José Antonio Abreu, que funciona en el país suramericano y
que ha rescatado a centenares de miles de niños en riesgo de exclusión
social a través de la música, y este le sirvió para iniciar sus estudios
musicales.
Su entrada a la música fue un ejercicio de
perseverancia y madurez, que lo motivó a tomar un autobús todas las
tardes hasta el núcleo del sistema, y luego cuatro horas para volver al
cerro donde se crió aun sin tener tiempo para jugar con sus amigos.
"Un día que un muchacho se aburrió del instrumento y lo dejó en un
núcleo de El Sistema me llamaron y me dijeron: mira aquí hay una
trompeta para ti", recuerda el trompetista del día en que empezó a
escribir la partitura de su vida.
Cuando Wilfrido llevó por
primera vez su trompeta a la casa para empezar a ensayar ninguno en su
barrio había escuchado música clásica. Desde entonces él empezó a
cambiar y también su entorno.
"La droga la has visto, las
pistolas te las ponen en la mano cuando vas a un barrio, yo he tenido
amigos en problemas, que han estado presos, y esto me ha permitido
superar pruebas en las que uno puede caer, el alcoholismo, las drogas,
cosas que en mi comunidad eran comunes, pero la música te pone en
cintura", cuenta.
Según él, la música hace "este tipo de obras
con nosotros", porque son humanamente "un reto de superación que te
mantiene 24 horas ocupado, hasta cuando duermes estas pensando en cómo
vas a enfrentar esos problemas".
"Entonces uno piensa:
prefiero tener un arma o cinco trompetas que pueda ir probando,
experimentando una por una hasta superarme", agrega el muchacho, que
dice que "con la madurez tu sabes que hay mayor trascendencia en la
música que en el delito".
"En la calle uno casi todo el tiempo
tiene que tomar decisiones, uno dice no actúo de esta forma porque ya a
mi me formaron", confiesa el músico antes de un ensayo junto con la
orquesta de más de 100 músicos.
En Venezuela, uno de los
países más violentos de la región, proyectos como El Sistema, se
convierten en el refugio para cientos de miles de niños que han crecido
al borde de la vorágine.
"Cuando eres adolescente tienes que
enfrentar tantas cosas; mientras un grupo está por ahí en malos pasos tu
andas con la trompeta, pensando en la música", cuenta.
Wilfrido explica que en zonas como en las que él se crió, "cuando tu
eres músico, la gente respeta, hay distancia, no porque tu seas más que
ellos, sino que te respetan porque ellos dicen: 'deja a ese chamo que él
se está superando".
Su experiencia ha servido de ejemplo para
todos en su comunidad que ven en él un ejemplo de superación y que, aún
15 años después de haber entrado a la orquesta y haber empezado a
viajar por el mundo, consigue que sus hermanos y vecinos vayan a verle a
casa para que les cuente a todos cómo es Europa.
"A mi me
gusta hacer muchas analogías con el deporte, y sí te puedo decir que
esto es deporte en técnica, pero no en arte, entonces yo como deportista
buscó explotar mi técnica pero en arte busco entregar emociones",
afirma Wilfrido antes de regresar al ensayo.
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