Evolución positiva
martes, 13 de enero de 2015 7:48 By Augusto Socìas
Por: CÁNDIDA FIGUEREO
La evolución del hombre en su paso por la tierra debe tener el propósito
positivo de obrar para el bien común y de no dañar físicamente a su igual, pero lamentablemente algunas de sus
actuaciones no dejan de salpicar con la oprobiosa negatividad que de vez en
cuando saca sus garras.
Cada ser humano debe amar
y/o respetar a su igual aplicándose el dicho no le hagas a otros lo que no
deseas para ti.
¿Somos santos? No, si así fuere
quizás estaríamos en otro reino. Sin embargo hay que hacer un esfuerzo por
nuestra propia sujeción, por ser mejores y no acabar con la vida de su pareja,
su madre, padre, hermano o un particular por desacuerdos en la manera de vivir
o asuntos materiales que debe dirimir la justicia.
Ante la ira, no se
inmute. Demuestre que la mayor fortaleza es el silencio y procure conversar de
manera sosegada. Todos cometemos errores, pero lo importante es esforzarnos en
no consumarlos.
Para partir de algún
lugar, baste recordar al hombre sabio (Homo sapiens) que pese a los miles de años de su existencia
"evolutiva" parecería que en términos de relación personal precisa
superarse en estos tiempos.
Resulta
inimaginable que en esta época una relación de pareja o una litis banal termine
en crimen. Que en equis país del mundo la propia familia lapide a una joven
porque se pasea con un joven no aprobado por el clan familiar para su
casamiento y que por esa joven se pague una dote como si se tratara de una
cosa.
Viene al caso además aquéllos lugares donde la mujer no puede contraer
nupcias con un hombre que no sea de su propia religión y si lo hace es echada
de ese clan familiar. De igual modo que la joven no pueda estudiar o conducir
vehículos de motor. ¡Ofrézcome!
Pese a que hace 54 años, 7 meses y unos días que se declaró "Un Gran
Salto para la Humanidad" la llegada del hombre a la Luna, una buena parte
del mundo la gente sigue mentalmente en la caverna.
Es bueno que el ser
humano sea más sincero y se aferre a la evolución positiva de respetar el derecho
ajeno, sin camisa de fuerza, en los tópicos más arriba señalados.
La era de los desatinos debe quedar enterrada en la historia como algo oprobioso,
sin que lo anterior implique obviar las buenas costumbres que comienzan en el
hogar y se recrean en la escuela, pero sin dejarse malear por la junta de
"amiguitos" que viven haciendo y deshaciendo, a fin reforzar la
evolución positiva en quienes pueden
llamarse los verdaderos triunfadores.
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