¡Ay Francisco!
miércoles, 26 de noviembre de 2014 13:50 By Augusto Socìas
Es
una lástima que personas de gran nobleza por la sencillez y el amor que
prodigan al prójimo no se puedan clonar para que existan por siempre
haciendo el bien colaborando por un mundo mejor y por seres humanos más
humildes.
Al
decir lo anterior lo inmediato que aflora a la imaginación es el
arzobispo emérito Juan Antonio Flores Santana, quien se ausentó de este
espacio terrenal el pasado 9 de noviembre a los 87 años edad; y el
"vecino" Jorge Mario Bergoglio, por la rapidez en la forma de viajar de
un pueblo a otro.
Ambos, a su modo, han
contribuido al fortalecimiento de la fe para que el mundo se sacuda y
se incline a la reflexión en procura de una mejor convivencia sin pensar
tanto en el lucro a como de lugar.
El
testamento del arzobispo Flores Santana es una radiografía del hombre
que privilegió a este país con su existencia arropada de decoro por
dentro y por fuera. Su riqueza era él mismo. Todo el dinero o el oro del
mundo eran migajas en comparación con su nobleza.
El
testamento de Flores Santana sacudió a no pocos que no le conocían en
persona al leer: " Desde la niñez sentí que el Señor me daba la gracia
de la vocación sacerdotal, y la de vivir los consejos evangélicos de
obediencia, pobreza y castidad, no en una Orden o Congregación
religiosa, sino como sacerdote diocesano.
No tengo tierras, ni casas, ni cuentas en el banco, ni automóvil a mi nombre; por eso no
dejo
ninguna herencia material a familiares, ni a nadie. Lo que me ha
entrado en vida, fuera de los gastos indispensables, lo he dado a las
obras de la Iglesia y a los pobres. Los objetos personales son pocos y
carecen de valor. Mis libros los he ido distribuyendo en los seminarios.
He admirado al papa san Pío X, que al morir pudo decir: “Nací pobre,
viví pobre y muero pobre”. La única herencia que dejo a los familiares y
al pueblo de Dios es espiritual".
La
nobleza de este gran hombre que fue Flores Santana causó admiración en
no pocas personas, lo que viene a colación a propósito del llamado de
Bergoglio, conocido mundialmente como el papa Francisco tras su elección
en marzo del 2013, para que se viva en humildad como lo hizo Flores Santana, desprendido de lo terrenal.
El Papa subraya la importancia de que los sacerdotes dedicados al pastoreo muestren una actitud de "ternura" y " amor," para evitar convertirse en "mercenarios"
Francisco
fue específico en recordar que "la redención de Dios es gratuita".
Además que el pueblo perdona a "sus sacerdotes cuando tienen una
debilidad, resbalan sobre un pecado… Pero hay dos cosas que el pueblo de
Dios no puede perdonar: a un sacerdote apegado al dinero y a un
sacerdote que maltrata a la gente."
En estos tiempos de "infelices" y "cocotuces", al margen del ropaje, la
actitud de ternura y amor que alude el Pontífice debe ser asumida con
humildad por algunos que a veces se distraen. A esos que a veces le
llaman "chusma" a los empobrecidos que, quiérase o no, son parte del
legado positivo que mantiene en pie a su país.
¡Ay Francisco! seguid orando para que sigas diciendo lo que "nunca" se había dicho a fin de que se mantenga la fe gracias figuras como la suya, la del bien recordado Fores Santana y otros tantos que sin alharacas iluminan el camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario