Rubén Blades se pasa al tango y quiere ser presidente
sábado, 5 de julio de 2014 9:34 By Augusto Socìas
Junto a Willie Colón formó unos de los dúos más prolíficos y exitosos en
la historia de este género, produciendo temas inolvidables como "Pedro
Navaja", "Ligia Elena", "Maestra vida" o "Pablo Pueblo".
Pero no
sólo ha sido la música la que ha mantenido ocupado durante todos estos
años a Blades, quien también ha desarrollado una exitosa carrera como
actor en Hollywood, rodando más de una treintena de películas.
Además,
Blades -quien es licenciado en Derecho y posee una maestría por la
Universidad de Harvard- ha hecho diversas incursiones en el mundo de la
política, la más destacadas de ellas su aspiración a la presidencia de
Panamá en 1994 y su cargo de ministro de Turismo entre 2004 y 2009.
Ahora
el músico panameño acaba de presentar su último disco titulado
"Tangos", en el que reinterpreta en clave de tango y milonga algunos de
sus éxitos más celebrados, con la colaboración del músico argentino
Carlos Franzetti y acompañado por la Orquesta de Leopoldo Federico.
BBC
Mundo conversó con Rubén Blades en la ciudad de Los Ángeles sobre su
último trabajo y sobre su decisión de no seguir cantando salsa en
público en los próximos años para volver a aspirar a la presidencia de
Panamá en 2019.
¿De dónde surgió la idea de adaptar algunos de sus temas más exitosos al género del tango?
Siempre
consideré que la atmósfera que plantea el tango, la manera en la que
hay que frasear las canciones y su instrumentación iban a dar a las
letras de mis canciones una dimensión mucho más completa de la que
obtenía presentándolas en el formato de música afrocubana, en el género
que se conoce comercialmente como salsa.
La salsa es una música
de acción dirigida al baile, al movimiento y al escape. Pese a que el
tango es baile también, la atmósfera que se crea con su instrumentación
es mucho más reflexiva y hace que las letras adquieran una dimensión más
profunda.
¿Fue difícil hacer la transición de un género a otro?
Las
canciones las escribí yo, pero cuando las canté en el formato de tango
la emoción que me produjo, con la magistral orquesta de Leopoldo
Federico, hizo muy difícil la grabación del álbum. Tuve que tener mucho
control para no exagerar la emoción.
Además, soy una persona muy
reservada y el tango me forzó a revelar esa emoción y para mi como
músico fue un descubrimiento el ver que podía emocionarme con cosas que
yo creía que conocía y que no sabía que tenían otra dimensión.
¿En qué anda trabajando en estos momentos?
Estoy
escribiendo y estoy grabando. Estoy grabando un disco nuevo con Roberto
Delgado y su orquesta y tengo otro disco que ya terminé con Boca Livre
que saldrá el año que viene.
En 2016 serán mis últimas
presentaciones en cuanto a giras con orquestas de salsa. Después de
diciembre de 2016 ya no tocaré más con orquestas de salsa. Sólo lo haré
en Panamá.
¿Por qué tomó esa decisión?
Yo tengo más pasado que futuro y tengo que organizar mi tiempo.
Si tengo salud y más años he de decidir en qué dirección voy a ir.
En
el género afrocubano ya he estado más de 40 años y creo que ya es
suficiente. Lo que tenía que decir lo dije y lo que tenía que hacer ya
lo hice.
(…) Además en 2019 estoy pensando en participar de nuevo en la política en Panamá.
Usted ya quiso en 1994 ser presidente de su país y no lo logró ¿Qué le lleva a querer volver intentarlo?
La
próxima elección en Panamá es en 2019. Si tengo salud tendré 71 años y
si todavía tengo energía espero poder plantearme un trabajo como ese.
Lo
que quiero es plantear un argumento nuevo en términos políticos. Quiero
reinventar el argumento de la administración pública. No estoy diciendo
que vaya a ganar pero ese no es el argumento. El argumento es plantear
una dirección nueva y eso me corresponde a hacerlo a mi.
Ningún
partido de corte tradicional lo va a hacer porque ellos defienden los
intereses que los crearon. Son partidos clientelistas que se fundamentan
en un populismo que no produce el tipo de dirección que el país
necesita ni toma en cuenta todas las ventajas que los panameños tenemos,
como personas y espiritualmente.
Voy a utilizar el tiempo que
tengo todavía para ver si puedo plantear ese argumento y como veo el
triunfo muy difícil, al menos bajo las condiciones actuales, quedará el
argumento para que otra generación lo asuma. Pero lo importante es
hacerlo y ahora es el momento.
Para que yo participe en el proceso primero he de tener salud y segundo he de tener el argumento completo.
He
de poder decir: "Esto es lo que vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer,
cómo vamos a financiarlo económicamente, qué se requiere del pueblo y
cuáles son los cambios que hay que hacer a nivel constitucional y a
nivel administrativo para producir el efecto que estamos planteando".
Usted
habla de la necesidad de cambio pero algunos le dirán que la economía
de Panamá es de las que más ha crecido en la región en los últimos años.
El
modelo no funciona para todo el mundo. ¿Qué importa el crecimiento si
tienes una población que todavía está esperando que se le resuelvan las
necesidades básicas? ¿Qué importa si tienes éxito pero no lo puedes
sostener? Éxito lo tiene cualquiera y más endeudándose.
(…) Hay
que hacer que las consecuencias del éxito lleguen a todos los sectores,
nutran a todos los sectores y esos sectores sepan cómo aprovechar las
oportunidades que plantea el éxito.
No le gusta que le definan
como alguien de derechas o de izquierdas. Entonces ¿cómo definiría las
políticas que piensa llevar a cabo si llega a la presidencia?
Yo
no soy de derechas o izquierdas, yo soy de razón. Esas diferenciaciones
son una estupidez. Hay que hacer caso a los argumentos. A mi me
interesan los resultados.
Los votantes están votando por el que les da trabajo, salud y vivienda, no por un argumento dogmático de derecha o izquierda.
(…) Panamá es un país con una gran capacidad intelectual y espiritual.
Tenemos
un bien del primer mundo como es el canal que ha sido manejado de
manera eficiente, lo que viene a demostrar que un país del tercer mundo
puede manejar eficientemente un bien del primer mundo.
Panamá,
debido a su poca población, puede ser manejado de manera eficiente pero
deber hacerse con la participación de su población.
A principios de
año tuvo una polémica con el presidente Nicolás Maduro después de que
usted mostrara su preocupación por la situación política en Venezuela.
¿Qué queda de esa controversia?
No voy a hablar de Venezuela porque ya hablé de Venezuela.
Por
eso yo escribo las cosas en mi página web porque no me interesa hablar
ni a través de medios ni a través de entrevistas sobre Venezuela porque
cada cual tiene una línea editorial.
Todo lo que tenía que decir de Venezuela ya lo dije. (BBC Mundo).
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