La agenda de RD no es la de Haití
martes, 17 de junio de 2014 11:50 By Augusto Socìas
A pesar de que la República Dominicana es la nación más grata
y solidaria del mundo, su principal preocupación es el bienestar de sus ciudadanos,
lo que implica un trabajo permanente de superación para que cada quien asuma la
rienda de su destino por el camino correcto. Esto implica que no se debe
distraer con frecuencia en asuntos foráneos de los vecinos porque la agenda RD no
es la de Haití.
En las catástrofes que han abatido al vecino país, la primera
en auxiliar es República Dominicana. Eso es lo que se llama solidaridad,
espontánea y de corazón sin esperar recompensa.
Bien merecido fue el apoyo dado a Haití cuando se produjo
el terremoto el 12 de enero del 2010, que en 36 segundos dejó a los vecinos
hechos añicos. En un santiamén, República Dominicana facilitó que se restableciera
comunicación inalámbrica.
Para entonces René
Préval, al mando del gobierno haitiano, fue específico en señalar: "El presidente
dominicano, Leonel Fernández, ha sido el primero en presentarse y llegó con un
gran contingente de apoyo."
Ese apoyo incluyó la hechura y entrega de la primera
obra, una universidad que costó US$30 millones. En ese entonces la embestida de
la naturaleza dejó más de un millón de damnificados y dio al traste con la vida
de 300 mil en una población que para el 2010 se estimada 9 millones.
En esa zona, la pobreza aún es lacerante pese a ayudas de
organizaciones que ayudan a los más
menesterosos.
En lo que a República Dominicana se refiere, la
solidaridad también se expresa en la cantidad de partos hechos en hospitales de
aquí a nacionales de esa zona. El año pasado se estimaba que 8,500 haitianas
daban a luz en hospitales de Santiago.
El doctor Sergio Sarita Valdez, patólogo, refirió que en el Hospital José María Cabral y
Báez se realizan cada mes 80 y 90 partos de haitianas, cifra que el año pasado
fue de 6 mil partos a esas extranjeras.
De igual modo, los indocumentados haitianos en escuelas
dominicanas es el pan nuestro de cada día. Aquí reciben enseñanzas y no se les niega el desayuno en
la actualidad.
Mientras que en
los 48 442 km² de territorio dominicano se trabaja por una mayor superación, en lo que cada dominicano debe poner su grano
de arena.
Por ejemplo, era
vital y se aplica el proceso de regularización a los extranjeros que sin
documento alguno entran y salen de este país como Pedro por su casa. Esta medida que conlleva gastos, se aplica
porque no podemos seguir como chivos sin ley.
También es positiva la vuelta al campo con la siembra de
diversos rubros vía cooperativas que
reciben del Estado recursos
prestados para echar adelante.
Otro signo positivo es la tanda extendida, el desayuno y
útiles para los alumnos y los avances en
algunas obras. Todo bienestar tiene como zapata es esfuerzo. El que trabaja
puede lograrlo. No es sentado lloriqueando como “muñecas” que se sale adelante,
quejándose de que no tengo ni lo otro. Hay que
fajarse, buscar con la frente en alto
y dejar a un lado la mendicidad.
Además hay que seguir motivando a no depredar el medio
ambiente, que quien tumbe un árbol obligatoriamente siempre cinco plantas de la
especie. La agenda de la RD no es la de Haití. Éstos a lo suyo y nosotros a lo
nuestro, lo que no implica que en ocasiones no haya solidaridad, pero sin
confundir creyendo que somos tontos.
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