Robert Vilera de El Paraíso a la élite del Grammy
jueves, 13 de febrero de 2014 9:59 By Augusto Socìas
Robert Vilera ha sido percusionista desde que tiene uso de razón. Recuerda con claridad cuando, a los 16 años de edad -ahora tiene 42-, comenzó una pasantía en la orquesta de Oscar D’León, que tuvo que interrumpir para concluir sus estudios formales.
Aunque en Venezuela experimentó cada corriente acompañando a exponentes de lujo -la salsa con el gran sonero, el rock con Sentimiento Muerto y el pop con Ricardo Montaner y Franco de Vita-, su carrera comenzó a avanzar vertiginosamente una vez que puso sus pies en Estados Unidos.
Ya establecido en Nueva York, empezó un recorrido de dos décadas por algunas de las producciones discográficas más importantes de la música latina en los últimos tiempos. Sin revisar demasiado los archivos, ya salta a la vista el hecho de que el actual director de la banda de Luis Enrique participó en los dos álbumes más premiados del momento: 3.0 de Marc Anthony y Volví a nacer de Carlos Vives. Además, es quien conduce el proyecto Salsa Giants, que se encargó de la clausura de los Grammy Latinos celebrada en Las Vegas el pasado mes de noviembre.
Por eso, y por un montón de colaboraciones más, que incluyen trabajos de Ricky Martin, Gloria Estefan, Ricardo Arjona, Shakira, Olga Tañón, Thalía, Jennifer López y Alejandro Sanz, la Academia de la Grabación decidió abrirle al artista, nacido en Caracas y criado en la urbanización El Paraíso, las puertas del Salón de la Fama del Grammy.
"La música es universal y cada quien la interpreta a su manera", expresa Vilera, quien responde su teléfono celular mientras está en Tampa (Florida, Estados Unidos), donde dará tres conciertos con Chino y Nacho, antes de seguir con una agenda que incluye en los próximos días shows de Prince Royce y Pitbull.
Dice que la versatilidad, que le ha permitido trabajar con luminarias como Paul Simon y personajes como Queen Latifah y Jamie Foxx, le viene como algo natural.
"El músico venezolano en general es así, quizá por la cantidad de información que recibimos. Queda de parte de nosotros absorber todo eso. Siempre se genera una discusión acerca de las regiones y los ritmos. Al final, los tambores vienen de África. Y todos somos herederos. Lo digo por experiencia propia: no hay que ser cubano para tocar son".
Vilera, que representa a una fábrica de instrumentos de percusión llamada Tycoon, ha actuado en ceremonias de premios Grammy, American Music Awards y MTV Music Awards, y ha convivido con el olimpo de la salsa mundial: ha tocado con Celia Cruz y Tito Puente. También es líder del Robert Vilera Three Jazz, un ambicioso proyecto que desea presentar en Venezuela.
Pertenece a la tercera generación musical de una familia que tiene sus orígenes en San Agustín, cuna histórica de los grandes percusionistas venezolanos. Su hijo, que lleva su nombre, es baterista y apenas finalice el bachillerato ingresará en la Berklee School of Music. "No quiero empujarlo, pero siempre le digo que la percusión le corre por la sangre". (El Nacional de Caracas).
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