Angie Zhang emociona en concierto para un sueño

domingo, 9 de junio de 2013 11:54 By Augusto Socìas

 Por: Carmen Heredia de Guerrero 
La Orquesta Sinfónica Nacional ofreció, bajo la dirección del maestro José Antonio Molina,  un hermoso concierto en el Teatro Nacional a beneficio del Hogar Escuela Domingo Savio, que contó con la participación de la joven pianista Angie Zhang.
El coro infantil de la institución salesiana,  bajo la dirección de la profesora Mayra Peguero, colocado en el “foyer”, inunda con sus tiernas voces blancas el amplio espacio, hermosa y motivadora bienvenida.
La obertura de la ópera “La fuerza del destino” da inicio a la velada musical. De belleza excepcional, describe el carácter trágico de esta obra emblemática de Giuseppe Verdi.
Tras los brillantes toques de los instrumentos de viento, sigue una inspirada melodía, inquieta, siniestra, que parece preconizar el desdichado  “destino”  de los protagonistas, después entran otros temas, que dan oportunidad de lucimiento a otros instrumentos y al tutti orquestal. La orquesta luce cohesionada y armónica, se  impregna la sala del aciago destino.
De nuevo los  símbolos del destino, esta vez lleno de optimismo, se cierne sobre el auditorio, son las famosas cuatro primera notas  introductorias de la maravillosa Quinta Sinfonía de Beethoven. De este tema impactante nacen los siguientes del primer movimiento –allegro con brío–, introducido por las violas, chelos y contrabajos. Molina logra en este movimiento una respuesta apreciable de la orquesta.
El motivo rítmico de las cuatro notas se repite a través de todos los movimientos unificándolos, contribuyendo a la unidad total de la sinfonía. El final triunfante –allegro– es una marcha frenética. Se produce un clímax sobrecogedor, donde el  destino inexorable está presente.  Percibimos en la orquesta carencia de cuerdas, necesario es agregar cantidad, siempre supeditada a la calidad.
La juventud, –diecisiete años–,  de la pianista de origen chino Angie Zhang, llenó de recelo a los más escépticos, ciertamente el segundo concierto de Sergei Rachmaninoff ha sido abordado por los grandes pianistas en la madurez de sus carreras. El extraordinario comienzo, una cadena de acordes armónicos cargados de fuerza y suspenso, es una carta de presentación para la joven pianista.
En el segundo movimiento “adagio sostenuto”  con delicado sentido musical sostiene hermosos diálogos con la flauta y clarinete.
En el tercer  movimiento “allegro scherzando”, lleno de brillo, logra crear momentos de expresividad y viruosismo.
La perspectiva orquestal luce brillante, la síntesis orquesta - solista es lograda por el director Molina.
El destino, omnipresente durante la noche, de seguro le sonreirá a Angie Zhang; sus sueños se harán realidad si une a su talento  innato, la perseverancia, el mejor  aliado del artista, de ser así, es mucho lo que oiremos de esta promesa del piano.
Regocijo.  El público emocionado, puesto de pie, retribuyó con prolongados aplausos a la intérprete, a la orquesta, y al director.
Una sensación de paz, de regocijo interior, se apoderó de los presentes por la noche musical, por la satisfacción de contribuir a una causa noble, contribuyendo a que muchos niños sueñen con un destino mejor, lleno de oportunidades.(HOY).

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