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En las pantallas, colocadas a ambos lados del escenario, las imagenes de grandes boleristas, que han marcado una época, Los de siempre, José Alfredo Jiménez, Vitín Avilés, Javier Solís, y los mejores interpretes del género dominicanos, como Lope Balaguer, Rafael Solano,

Francis Santana, Juan Lockuard, aparecian, mientras la voz en off de Jesús Nova, anunciaba la entrada de Peña Suazo, de traje Negro.

La orquesta, diriguida por el maestro Leo Pimentel, marcaba los primeros acordes de Como Fué, seguida de Piel Canela, Contigo En La Distancia, Sabor A Mi y La 40. Ya a este paso, los aplausos indicaban que el público se entregba rendido a lo que presagiaba sería una noche inolvidable.

Una cancion más y Peña saludó al público, dandole paso a Victor Mateo (El Pollo), quien con su guitarra lo acompañó en varias canciones, dando un salto casi imperceptible por la forma de interpretar las canciones, a la nueva trova, cantando fenomenalmente, Pequeñas Cosas y No Hago Otra Cosa Que Pensar En Tí, de Joan Manuel Serrat, Y Como Un Explorador, de Joaquin Sabina, Para Vivir De Pablo Milanes, entre otras. y

Casi inmediatamente volviendo atras, entró una pareja de bailarines de tango, para acompañarlo en Volver, de Carlos Gardel. Carlos Vargas y su trío hizo su entrada, acompañando al artista en Querube, Madrigal, La Copa Rota, Lágrimas Negras,Hola Soledad, y una banda de mariachis entró y le hizo compañía en canciones como la Penca, El Rey, entre otras calentando el ambiente para un público ya de por si rendido, cuando sonaron los acordes de Los Hijos De Sánchez y Peña entró con el flugelhorn , emulando a Chuck Mangione, Aplauso y el público se pone de pies, rendido ante las notas de la trompeta.

A seguidas, como para no dejar caer el show, interpreta El Triste de José José y se despide, pero el público no le deja y le hace salir para interpretar A Mi Manera, Cancion conocida en la voz de Frank Sinatra.

Justo en la segunda estrofa de la canción, la sorpresa de un amigo, le acompaña a entonar la canción, Sergio Vargas, el negrito de Villa, dandole una mano amiga al autor de alguno de sus temas y lo mismo hace en la tercera estrofa su compadre Rubby Pérez, un final inesperado a un show que habrá de repetirse, según el dueño del local, Edmon Elias, quien le reprochó a Peña tantas emociones para su edad.