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La Asociación de Músicos, Cantantes, Bailarines y Locutores (Amucaba) es una organización nati-muerta desde hace muchos años.

Los resoplidos agonizantes de esa institución se remontan a los últimos días de existencia de don Guillermo Lacrespeaux, quien todavía a finales del decenio de 1980, antes de morir luego de ser estropeado por un vehículo en la 27 de Febrero, se dedicó por entero a la misma.

Desde antes de fallecer Lacrespeaux, a Amucaba se la consideraba una entelequia. Ahora lo es mucho más. Es, a fin de cuentas, una especie de entidad fantasmal tomada de la que se aprovechan gente que nada, casi nada o muy poco ha tenido que ver con lo que ha sido el espectro artístico nacional.

¿Quién o quiénes dirigen Amucaba...?

¿Cuáles son los nombres y cargos de los que conforman su directiva...?

¿Son músicos, cantantes...?

¿Hicieron vida en Amucaba...?

¿Los conocen los artistas...?

¿Son realmente representantes de ese sector...?

¿Qué se hace con el dinero que cobran en Amucaba por espectáculos...?

¿Qué se hace con el dinero que le cobran a artistas y grupos en Amucaba...?

¿Pudiera rendirse un informe transparente de los ingresos y egresos de la institución en los últimos 5 o 6 años...?

¿Le rinden cuentas los actuales directivos de Amucaba a los artistas sobre la manera en que administran su dinero...?

¿Cuándo realizan asambleas en el gremio...?

¿Si se realizan asambleas, acude el quorum requerido...?

¿Puede una entidad exigirle pagos de cuotas a sus miembros si éstos no conocen nada de lo que hace o deja de hacer la directiva...?

Amucaba opera de manera extraña (extrañísima), y las anteriores interrogantes, sin respuestas claras, conducen a suspicacias. (Cristal y Colores).