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Melba Brugueras / Primera Hora

Caguas. El próximo 19 de abril hubieran cumplido 20 años de casados, pero en realidad ese número era simbólico para doña Teresa Haddock, a quien cariñosamente llaman “Tere”, porque ella no necesitaba cumplir un año más junto a su esposo para estar segura de que se había casado con el hombre correcto.

La voz de José Luis Moneró, apodado como “El Príncipe del Bolero”, se apagó este pasado martes a las 10:00 de la noche mientras dormía en la que fue su última casa: el hogar Ángel de la Paz, un asilo que se ubica en Caguas, municipio que adoptó a Moneró como hijo suyo a pesar de que este artista era natural de Juncos.

Doña Tere Haddock de Moneró no puede ocultar el dolor que siente por la partida física de su compañero, pero gran parte del tiempo se mantiene fuerte y ecuánime porque tuvo tiempo de prepararse. Y es que el intérprete de Olvídame y Mi loca tentación venía confrontando, desde hacía algunos meses, serios problemas de salud debido a que sus pulmones estaban llenos de agua.

De hecho, llegó a estar hospitalizado en varias ocasiones por esa situación.

“Murió de un paro respiratorio. Cuando se enfermó, recibía oxígeno, pero luego estaba respirando por sí solo… Este seis de abril hubiese cumplido 90 años”, rememoró llorosa Haddock al ser entrevistada ayer, miércoles, por Primera Hora.

La viuda de Moneró dice que no tiene palabras para agradecer los detalles que ha tenido el Municipio de Caguas con ella desde el fallecimiento de su esposo.

“Quiero agradecerle al alcalde William Miranda (hijo) y a todos los empleados del Municipio el apoyo que nos han dado”, pronunció Haddock, quien ha sido asistida en todo momento por su hija Verónica Santa Rosa.

Los hijos de Moneró, José Luis, Elizabeth, Anthony, Emma y Silvia, residen en Estados Unidos (entre Arizona, Nueva Jersey y Miami) y, de acuerdo con la viuda, no se espera la presencia de ellos en los actos fúnebres de su padre.

“Nadie sabe lo que hay en la olla excepto quien la menea. Cada cual con su conciencia. Si había problemas… ellos sabrán. Yo no me quiero meter en eso”, señaló Haddock, de 72 anos de edad.

Quien fuera la compañera de Moneró por estos pasados 19 años recuerda al cantante “como un hombre excelente como esposo, padre, amigo y artista… Un hombre perfeccionista y humilde (pausa y solloza), cualidades que serán difíciles de olvidar”, dijo.

Los restos de Moneró serán expuestos a partir de las 10:00 de la mañana de hoy, jueves, en el Centro de Bellas Artes de Caguas (CBAC), justo en el salón que lleva su nombre desde hace más de 10 años, indicó a este diario Marilú Carrasquillo, directora del Departamento de Desarrollo Cultural de ese municipio.

“El alcalde de Caguas, William Miranda (hijo), y el alcalde de Juncos, Alfredo ‘Papo’ Alejandro, harán guardia de honor en el salón Moneró en la mañana, y se espera la presencia de la Orquesta de José Luis Moneró interpretando algunas de sus melodías. A las 5:00 de la tarde, parte la comitiva fúnebre a pie desde el CBAC hasta la catedral Dulce Nombre de Jesús, donde el padre Campos oficiará una misa. Durante el trayecto a pie, se realizará un Belén que estará a cargo del Municipio de Juncos y de su alcalde. En la plaza pública de Caguas estará instalada también la Banda Municipal de Caguas tocando en honor al insigne artista puertorriqueño. Luego de la misa, será cremado tal y como fue su deseo”, detalló Carrasquillo a Primera Hora.

Por otra parte, el gobernador Luis Fortuño decretó tres días de duelo por la muerte del cantante.

“Puerto Rico ha perdido un gran talento, y siempre será recordado por su gran carrera en y fuera de Puerto Rico. El talento de Moneró siempre fue y seguirá siendo admirado por todos los puertorriqueños y, del mismo modo, sus melodiosas canciones siempre estarán presentes”, expresó el Gobernador en un parte de prensa.

El alcalde de Caguas, William Miranda, expresó por su parte que esa ciudad “está de luto tras el fallecimiento del músico y cantante José Luis Moneró, una de las máximas glorias del pentagrama musical borincano”.

Su última bohemia

Desde su oficina, Sheyla Vicente, administradora del Hogar Ángel de la Paz –donde expiró el artista este pasado martes en la noche–, describió cómo fueron sus últimos días.

“Él ingresó en el asilo el pasado 14 de enero y su pronóstico era bien pobre, pero movía sus manos y se sonreía cuando se le hablaba; escuchaba música o identificaba a sus familiares”, describió Vicente.

“El día antes de su fallecimiento, que fue el Día de la Amistad y el Amor (San Valentín), tuvimos aquí una pequeña bohemia en el hogar y yo quise que lo sacaran del cuarto para que pudiera disfrutarla. Al otro día, se nos fue. Ésa fue su última bohemia”, relató conmovida Vicente, quien supo del fallecimiento del cantante tras recibir una llamada del personal que estaba de turno en el asilo en el momento en que el intérprete murió.