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La cantante Cheryl Cole, una de las estrellas más populares entre el público británico, se ha decidido a presentar la demanda de divorcio de su marido Ashley tres meses después de la separación de la pareja a causa de las infidelidades del futbolista. El internacional inglés probablemente estrene su nueva condición de soltero en el próximo Mundial de Sudáfrica, porque el procedimiento rápido que ha solicitado Cheryl en la High Court de Londres se verá facilitado por la ausencia de reclamaciones económicas. La artista cede a su ex compañero la mansión que compartían en Surrey, valorada en siete millones de euros.

La petición de divorcio se sustenta en el "comportamiento inaceptable" del defensa del Chelsea, cuyos contactos con otras mujeres fueron aireados por la prensa el pasado febrero, incluida la difusión de una serie de fotografías en pose comprometedora que el deportista les remitió con su teléfono móvil. Hace dos años, los tabloides ya dieron cuenta de las relaciones extramaritales de Ashley Cole (que él no desmintió), pero entonces Cheryl decidió pasarlas por alto. Aquel primer episodio se produjo tan solo a los 18 meses de su boda, sufragada por la exclusiva millonaria de una revista del corazón: la pareja de oro integrada por el jugador de uno de los mejores clubes de fútbol ingleses y la cantante del grupo femenino de moda, Girls Aloud, cotizaba muy alto.