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El Metro de Santo Domingo es el único srvicio de transporte público eficiente y económico. Negarlo es, sencillamente, no tener los pies sobre la tierra, o como diría don Alvaro Arvelo, ganas de joder. Como en todas partes, en las horas pico el Metro transita con abundancia de usuarios, y en las horas muertas, con escasos pasajeros. Ahora bien, de ahí a decir que el Metro es un fracaso existe una distancia de la tierra al cielo. Algunos que todo lo politizan caen en el ridículo cuando proclamn a los cuatro vientos que el Metro no ha cumplido su rol. No es lo mismo ni es igual coger una pela en una voladora o un destartalado concho. Al margen de los cuartos que puedan haber quedado en los bolsillos de sus constructores, estamos de acuerdo con el Metro. Total, en todos los gobiernos desfalcan las arcas del Estado. Las obras quedan. Desde que se inició la construcción del Metro, se incrementó el valor de casas, apartamentos, locales comerciales y solares de Villa Mella y otros sectores de Santo Domingo Norte.

De 1962 al presente distintos gobiernos han despilfarrado miles de millones de pesos en el pésimo transporte público. Farsantes que insisten en proclmar que son "sindicalistas" cuando en realidad son empresarios, han amasado fortunas millonarias a expensas de los pendejos contribuyentes, a trav♪0s de acciones chantagistas.