Adecentar los servicios públicos es un logro trascendental del PLD

martes, 23 de agosto de 2016 13:15 By Augusto Socìas



Que no se arrabalice el IDAC
Por Johnny Arrendel
La modernización y adecentamiento de la burocracia estatal; el transformar la administración pública, en particular en lo referente al sector de los servicios; se enlistan entre las principales huellas de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana.
Digamos que en cuanto al reto que significaba la pesada tara de la ineficacia en los procesos técnicos y administrativos estatales, este logro supera a otros obtenidos durante cuatro periodos de gobiernos del PLD y un quinto que está en marcha.
Pensemos en la transformación de la infraestructura de nuestras principales ciudades, la creación de cientos de miles de empleos, la habilitación de una red vial envidiable en el ámbito continental y la implementación de un sistema de transporte usual en el Primer Mundo, como es el Metro.
La adecuación de los servicios públicos  y de los procesos administrativos estatales, compite en iguales términos con la elevación trascendental de la calidad educativa que va en camino, la proyectada transformación del Sector Salud, hacia un modelo preventivo más que curativo, y la revolución institucional del Estado Dominicano.
Este cambio se puso en marcha tan pronto ascendió el PLD al poder en 1996, recordemos que el caos primaba en el proceso de obtener y renovar documentos oficiales como la licencia de conducir, el pasaporte y cualquier certificación legal o tributaria.
Un cambio que no solo conllevó un servicio al cliente efectivo en cuanto a rapidez y buen trato al contribuyente, sino que introdujo transparencia al colectar y manejar de los recursos captados.
Por décadas, los gobiernos anteriores a los del PLD justificaron los bajos salarios que pagaban a los servidores públicos bajo el alegato del ¨macuteo o mordida¨, es decir, los fondos obtenidos mediante la corrupción, especialmente la extorsión al contribuyente.
La perspectiva cambió definitivamente con el PLD. Hoy las oficinas públicas son diferentes. Muy distantes del desorden que predominaba para obtener la placa de identificación de los vehículos, por ejemplo.
 Pero durante buen tiempo estuvo pendiente un asunto con repercusiones vitales para el desarrollo del país, por su impacto en la generación de divisas e, incluso, por un aspecto reputacional, que tiene que ver con nuestra autoestima como nación y el atractivo para la inversión extranjera.
Se trata de la desgraciada caída de la aviación dominicana en la infamante Categoría 3, que impedía que aeronaves de matricula nacional operaran en el mercado estadounidense
Parecía que por más esfuerzos que se hiciesen por parte de nuestras autoridades, recuperar la Categoría 1 sería una misión imposible, y la decepción se apoderaba de nuestra población en numerosas ocasiones en las que se informaba que el objetivo “está cerca¨, aunque parecía que no se alcanzaría.
Sin embargo, Norge Botello, primer director del Instituto Dominicano de Aviación Civil, constituido mediante la Ley 491-06, proveniente de la anterior Dirección General de Aeronáutica Civil, coordinó las acciones que recuperaron la confianza en  el sistema de aviación civil en el país y la categoría 1, puntal en el resurgir del sistema de aeronavegación dominicano.
En 2006, Botello, entregó al entonces presidente Leonel Fernández, en un acto celebrado el documento que certifica que toda aeronave con matrícula dominicana puede operar comercialmente hacia Estados Unidos, después de 14 años de impedimento.
Este documento, entregado a Botello por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), certifica que las autoridades aeronáuticas dominicanas cumplen todos los requisitos exigidos para la recuperación de la Categoría 1.
La meta fue alcanzada gracias al trabajo de hombres y mujeres servidores del IDAC comprometidos para que este país recuperara la credibilidad y confianza frente a los organismos de aviación civil internacional, principalmente, de la FAA, de los Estados Unidos”.
Importante resaltar que el trabajo del IDAC se basó en elementos particulares, que unidos, dieron como resultado la eficiencia y modernidad, tanto en la preparación de su personal técnico y administrativo, como de sus instalaciones físicas, en las oficinas de la sede principal y en los aeropuertos del país.
Botello, a la sazón, legendario dirigente fundador del PLD, miembro de su Comité Político, con dimensión histórica por su papel de comandante de la Revolución de Abril, dirigente del Movimiento Patriótico 14 de Junio, por lo que guardó prisión en las ergástulas de la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo.
El fraterno Comandante Botello, fallecido hace unos años, nunca pasó factura a la Patria bien amada, pero la Historia no puede más que reconocer su legado de valor y entrega sin condiciones a los mejores intereses de nuestro pueblo.
Botello fue además el artífice de la transformación de la Cámara de Diputados, durante el tiempo en que fue presidente de ese hemiciclo, que convirtiera en un modelo de administración y modernidad para un estamento de esa naturaleza.
Es decir, que una figura de tal estatura patriótica, de nobleza y valor personal probados, también fue un funcionario eficiente,  dedicado. La expresión más diáfana de sus buenas prácticas se expresa en la recuperación de la Categoría 1 en la Aviación, que jamás debe ser puesta en riesgo.
En la actualidad, bajo la dirección de Alejandro Herrera, el IDAC prevalece como muestra de que el Estado puede  ser realmente estandarte de calidad en los servicios que ofrece, y sin dudas, uno de los principales soportes de la seguridad aeronáutica que apuntala el repunte del turismo, renglón clave de nuestra economía.
Son realidades que el Presidente Danilo Medina, en su condición de líder de la nación, y uno de los guías fundamentales del PLD, probablemente tendrá muy en cuenta a la hora de decidir el destino inmediato del Instituto Dominicano de Aviación.

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