“La teleserie ‘El Sexo Sentido’ representa una audaz propuesta no sólo en términos de historia sino también de dirección técnica y artística. Estamos muy complacidos con el resultado final del capítulo piloto”, señaló Juan Carlos Sosa, Vicepresidente Ejecutivo de Operaciones y Gerente General de Cisneros Studios.
“El Sexo Sentido” es protagonizado por un elenco de primeras figuras como Edward Nutkiewicz, Mimi Lazo, Natalia Betancurt, Alejandro Tous, Scarlet Ortiz, Diego Armando Salazar, Francisco Medina, Rodolfo Salas, Jullye Giliberti, Angelica Castro, Sharon Fonseca, Agustín Segnini y Samantha Vélez.
“La idea de ‘El Sexo Sentido’ tiene base en los tres libros de crónicas del mismo nombre que desarrollé luego de años de entrevistas con más de mil mujeres exitosas, y ha venido gestándose como serie de ficción desde hace varios años. Siempre me han parecido fascinantes los diferentes caminos que tomamos los seres humanos en la búsqueda del amor y la felicidad en el marco de unas normas morales que han caducado y que nos limitan. Provocar el debate sobre estos temas y redefinir los conceptos de la moralidad, la felicidad y el amor es la premisa fundamental del concepto multimedia de ‘El Sexo Sentido’, que ya ha pasado por varios formatos exitosos y que ahora, gracias al atrevimiento de Cisneros Media y su respaldo extraordinario, se convierte en este producto de altísima factura del que estoy muy orgulloso”, resaltó Luis Fernández, quien asistirá a los L.A. Screenings para personalmente presentar la producción.
El Sexo Sentido (13 x 60’) nos presenta cuatro parejas muy distintas, al borde de la extinción, en sus respectivas luchas por la supervivencia. Natalia y Andrés cumplen 10 años de casados, un matrimonio casi perfecto y casi feliz. En su afán por satisfacer a su esposa, Andrés le hace un subversivo regalo de aniversario: Una noche con el hombre perfecto. Marcelo, un experto profesional del sexo, le proporcionará a Natalia una noche extraordinaria. El regalo de Andrés a su esposa les abrirá una puerta hacia un camino sin retorno en el que deberán redefinir sus ansias, sus búsquedas y eso que para ellos será ahora ‘la nueva’ felicidad.
Diego y Silvia llevan 20 meses saliendo. Ambos han acordado tácitamente que no se trata de una relación exclusiva, pero luego de 20 meses las normas deben revisarse. A raíz de un encuentro sexual con una cliente de importancia, Diego debe enfrentar su disfunción eréctil, y más allá, el destino de su relación con Silvia, que amenaza con terminar con su preciada libertad. Ella asegura que no es como las demás, que no es una mujer promedio y no necesita casarse para realizarse, pero evidentemente es lo que espera que Diego le plantee, a pesar de sus defectos y sus infidelidades. A los 35 hay que casarse, no importa si es con un hombre fallido. Diego prefiere evadir el drama y ‘ver a otras personas’, cosa que Silvia toma al pie de la letra, hasta adentrarse en un espiral peligroso que lejos de liberarla, la confina a prácticas autodestructivas.
Marcelo, por su parte, sostiene una relación relativamente estable con Alejandro, un hombre exitoso y tolerante, que respeta su ejercicio profesional y le proporciona un estatus. Pero evidentemente a un alto precio. Deseoso de tener el hogar que nunca ha tenido, Marcelo es víctima de los manejos de Alejandro y termina siendo su posesión más preciada. Es por ello que, a raíz de su encuentro especial esa noche de aniversario, Marcelo verá en Natalia y Andrés la posibilidad de formar la familia que anhela.
Los padres de Natalia, Asdrúbal Andrade y Gracia Potente, coinciden luego de 15 años separados en una carrera descarnada por un relevante cargo político. Luego de años sin dirigirse la palabra, ellos encontrarán que el odio es una gran fuerza que puede unirlos literalmente hasta que la muerte los separe.
Considerando que la monogamia no les es natural y que los ‘Valores Tradicionales’ no han servido para hacerlos felices, si acaso todo lo contrario, Andrés, Natalia, Diego, Silvia, Marcelo, Alejandro, Asdrúbal y Gracia intentarán redefinir el concepto de pareja para crear, con ensayo, sexo y error, y no sin dramas, gratificaciones y traumas, los nuevos valores, más apegados a la realidad y más útiles en la construcción de una nueva pareja, más honesta, poco ortodoxa, inusual, diferente, sin duda censurable para algunos, pero envidiada por todos: la pareja del siglo 21.
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