Especial de TTC: El romántico surf es también un éxito financiero

lunes, 14 de marzo de 2016 12:12 By Augusto Socìas

mujer-surfistaServicio de TTC.- ¿Le interesa el surf ? Si es así, y llega a disfrutar de esa modalidad deportiva muy vinculada al turismo, va a ser uno de los más de 40 millones de vacacionistas que practican esas cabalgatas sobre las olas turbulentas actualmente.
Las estimaciones del número de personas que practican surfing en el mundo varían según las fuentes. Pero parece cierto que el número de surfistas en todo el mundo creció de 26 millones en 2001 a 35 millones en el 2011 y que ahora está sobrepasando los 40 millones de personas.
Los especialistas atribuyen al surf no solo beneficios para la industria del ocio, sino además una mágica cultura propia y un estilo de vida. El surf no es sólo remontar las olas. También se identifica con la valentía cuando quienes lo practican evaden peligrosas inmersiones  esquivando los golpes del mar. Las multitudes ven a los surfistas como verdaderos héroes capaces de superar la muerte una y otra vez,  no importa lo turbulento del mar y la abundancia de tiburones.
También los admiran como individuos -mujeres y hombres- admirables con cuerpos tostados por el sol de manera hermosa y perfecta. El cine internacional no ha quedado fuera del creciente culto al surfing. Mejor, ha estado a la vanguardia en cuanto a  destacar el surf y los surfistas.
Un buen ejemplo reciente se pudo ver en el Aotearoa Festival 2016 Surf Film (ASFF), que exhibió y premio un film sobre el tema. Se trata de la historia de Ramón Navarro, uno de los mejores surfistas de olas grandes del mundo. El filme tiene el propósito notable de mostrar la cultura de una localidad chilena y también el medio ambiente.
Con 35 años de edad, Navarro es el único surfista profesional nacido y criado en Pichilemu, Chile. Él y un amigo compraron un terreno en Punta de Lobos, Chile en 2009. Esa localidad se ha convertido en una piedra angular del surf internacional. Es un verdadero campo de pruebas para los surfistas que llegan a ese país en la búsqueda de nuevas emociones.
Esta imagen romántica se corresponde perfectamente con el éxito del surf en las finanzas. Abundan las grandes ganancias para la industria internacional del ocio, y para quienes fabrican las tablas de surf, que están cada vez más cercanas de la mejor tecnología y de la  obra de arte.
Según estadísticas no oficiales, los ingresos en todo el mundo  que aporta el surf al turismo rondan los siete mil millones de dólares al año. Se calcula que son  100.000 las personas que trabajan vinculados al  surf en todo el mundo.
El acto de montar las olas con una tabla de madera se originó en la Polinesia occidental hace más de tres mil años. Los primeros surfistas eran pescadores que descubrieron la alegría de correr sobre las olas como un método eficiente de llegar a la orilla con sus capturas. Eventualmente la práctica dejó de ser  trabajo diario para convertirse en un pasatiempo.
Ese cambio revolucionó el surf.

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