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CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE COLOMBIA

Del Sr. MAYOR GENERAL EJC. (RA) GUSTAVO RINCÓN RIVERA

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Sr. Dr. JUAN MANUEL SANTOS C.
Presidente de la República de Colombia

En primera página un titular de la Revista Semana destaca esta frase suya Sr. Presidente: “la paz se hace con o sin Uribe, pero me gustaría que fuera con Uribe”.

Al respecto quiero decirle, que la PAZ debe hacerla no con un partido político sino con el pleno acuerdo del pueblo Colombiano, en especial si desea o quiere que haya una PAZ sólida y verdadera, pero debe también concertar una justicia real y permanente con los Soldados de Colombia, con los Héroes que lo dimos todo a cambio de nada, QUE SOMOS QUIENES MAS ANSIAMOS LA PAZ PORQUE SOMOS LOS QUE MAS SUFRIMOS LOS HORRORES DE ESTA GUERRA IRREGULAR; no se concibe desde ningún punto de vista y en sana lógica, que a quienes siempre defendieron la democracia, su Comandante en Jefe de turno no les tenga en cuenta como Institución soporte de la Libertad y el Orden, desde siempre, ahora y en un incierto futuro postconflicto.

La guerra la hemos afrontado los Soldados y el triunfo definitivo lo enredaron los políticos y los abogados de falsas víctimas codiciosas del tesoro público; no es justo que ahora se haga apología del delito para hacernos creer que una justicia transicional, hecha por bandidos y para bandidos, sea lo que más le conviene a los Soldados detenidos injustamente por un sistema judicial politizado y dependiente de falsos testimonios, mientras a los bandidos narco-terroristas de las FARC se les brinda libertad para salir de las cárceles y encontrarse con colegas asesinos que siempre han tenido y tienen como guarida esa pobre Isla caribeña sometida por una infame dictadura de similar ideología y existencia en años; sabe Ud. Sr. Presidente que soldados amputados permanecen en las cárceles ordinarias sin consideraciones de ninguna clase, solo por haber defendido la democracia Colombiana? De ninguna manera estamos pretendiendo el otorgamiento de impunidad para los delitos personales o grupales que sean plenamente comprobados en procesos justos, conducidos con idoneidad, competencia y sobre todo con indiscutible ética judicial y conocimiento operacional militar. ¿Puede Ud. Sr. Presidente asegurar que igual posición tienen los privilegiados y protegidos narco-terroristas negociadores?

Sería bueno saber Señor Presidente, ¿por qué su proceso de paz no ha reconocido a los miembros de la Fuerza Pública como víctimas integrales si como Ud. dice las víctimas son el centro de tal proceso? ¿Talvez porque nadie se lo ha hecho caer en cuenta ni nadie se lo ha pedido? Muy triste es que los Soldados de la Patria no tengamos alguien que sea nuestra voz y exija el respeto que merecemos. Ni siquiera nuestro Comandante natural, quien tiene pleno conocimiento de nuestra realidad institucional.

Tampoco es aceptable continuar viendo un panorama tan incierto, con fuga de capitales, cierre de empresas y bancos en desbandada, mientras el Gobierno inexplicablemente concede a los bandidos todo lo que piden, en un total desprecio por el terrible costo al que está abocando al país en muchos sentidos, cuando ya de por si tenemos una situación económica incierta no solo por las coyunturas cambiaria y climática, sino en mayor escala por la impresionante corrupción administrativa y la peligrosa desatención gubernamental a todo lo que no sea o no tenga que ver con “los acuerdos de La Habana”. Doloroso ver con impotencia que hemos empezado a transitar el terrible sendero recorrido por nuestra vecina Venezuela.

Señor Presidente la PAZ se hace con los vencidos y con los vencedores; si Ud. quiere o desea verdaderamente la PAZ, no dude un segundo en sentarse con los Héroes de Colombia y llegue con ellos a un acuerdo justo y duradero; que el día de mañana no se repita la historia del Palacio de Justicia: los asaltantes narco-terroristas del M19 en altos cargos del gobierno y con esquemas de seguridad pagados con recursos del pueblo Colombiano y los que defendieron la democracia como el Señor General Arias Cabrales, purgando pena que no le corresponde porque los mismos cargos, imputados también al Sr. Coronel Plazas Vega, ya fueron desvirtuados plenamente. Son muchísimos los casos a mencionar y seguramente Ud. ya los conoce Sr. Presidente.

Los Soldados de Colombia hemos sido vencedores mil veces en este desgraciado y perverso conflicto, el pueblo lo sabe y clama justicia, también es un pueblo paciente pero implora que alguien tenga pantalones y diga NO MAS, no más humillación, no más payasadas, no más mentiras ni concesiones a los bandidos; a Ud. ese pueblo le dio un mandato de defensa de nuestra institucionalidad, de nuestra Constitución y de nuestras Leyes y Ud. juró cumplirlo so pena de ser exigido para ello por sus mandantes y por la misma Ley, pero parece haberlo olvidado; Colombia nos pertenece a todos los ciudadanos de bien que somos esa inmensa mayoría a la que Ud. extrañamente no quiere escuchar, mientras si negocia sin condiciones ni límite de tiempo con ese mínimo porcentaje de apátridas que solo buscan el poder justificando mañosamente todas sus imperdonables fechorías. LA PAZ PARA QUE SEA INDISCUTIBLE, TIENE QUE IR DE LA MANO CON LA JUSTICIA.

"Colombia Patria mía te llevo con amor en mi corazón, espero verte siempre grande respetada y libre..." ésta Sr. Presidente es parte de la oración que solo los hombres de Honor, los Héroes de la Patria, decimos a diario y sentimos con sinceridad en el fondo de nuestra alma. Ojalá hubiese una similar para los gobernantes, legisladores y administradores de justicia, y que la recitaran como preámbulo de todas las decisiones que afectan al país y a los ciudadanos.
Con profundo dolor de patria en el corazón de un hombre de honor, por siempre Soldado de mi amada Colombia y servidor de mis compatriotas hasta el final de mi vida.

Mayor General (RA) GUSTAVO RINCÓN RIVERA