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MÉXICO.-El español Ismael Serrano ha dedicado una vida a la trova. Sabe que ese tipo de música enfrenta una competencia desequilibrada frente a otros géneros musicales y que no encaja en las fórmulas radiofónicas. Pero el cantautor opina que siempre habrá necesidad de trova.
“Hoy por hoy, encontrar un cantautor en las fórmulas radiofónicas convencionales es muy difícil porque se impone tratar todo como objeto de consumo, de usar y tirar, y también la música, incluso los músicos.
Se ha perdido la mirada a largo plazo de esa capacidad para hacer una reflexión de profundidad de análisis crítico que la realidad merece” a través de la música, dijo Serrano este
miércoles a The Associated Press.
En cuanto a la trova, “siempre va a existir alguien que ocupe la guitarra en ese sentido y siempre habrá público. Quizás no sea el más masivo, no sea de moda, no tenga la repercusión mediática, pero siempre va a estar”, indicó en la capital mexicana, donde promocionaba “La llamada”, su más reciente disco, que el dueto con la mexicana Natalia Lafourcade “Mi problema”.
En su noveno álbum, Serrano decidió aprovechar ritmos latinoamericanos como la bachata, el candombe, el son y las llamadas uruguayas para reflexionar sobre el contexto agitado que comparten España y diversos países del nuevo continente.
La producción “tiene cierto carácter de celebración” que obtuvo de su relación con Latinoamérica, una región que le ha influido en todos los aspectos, pero sobre todo en la forma en que ve las crisis.
A los españoles “la crisis nos ha hecho darnos cuenta que por más que tengamos en común con habitantes de Ámsterdam, Berlín o París somos profundamente latinoamericanos en nuestra forma de afrontar las crisis y padecerlas”, dijo.
“Hemos mirado a Latinoamérica con un paternalismo que nos ha privado de la posibilidad de apreciar la historia y los procesos, los momentos que ha vivido este continente con la sensibilidad que merece”.
También dijo que trató de rescatar la música tradicional, afectada por un sistema “que frivoliza y vacía de contenido todo”, y que con ello incluso fue capaz de usar fragmentos de reggaetón. Mientras preparaba el disco el cantante se topó con su llegada a los 40 y el nacimiento de su primera hija. “No hay nada más inspirador.
Te reafirma la convicción de que debes cambiar el mundo, exacerba tus miedos”, expresó. “Se trata de desprejuiciarse y replantearse el lugar en que estás musicalmente”.
En su caso, haber echado un vistazo a América Latina lo llevó a salirse de una zona de confort: por vez primera dio un giro a la forma en que crea música y dio vida a un disco cimentado en el ritmo cuando tradicionalmente compone sobre las melodías.
El cantautor, que ofrecerá un recital el 30 de mayo el teatro Metropolitan de la capital mexicana, reconoció que aunque “La llamada” “no es un disco rupturista”, pues conserva su estilo vocal, sí marcará una diferencia a futuro.
“Esto es un antes y un después en mi forma de componer. Asumir con naturalidad el proceso de composición, desprejuiciarte y colaborar con música me divierte mucho”.