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Es una de las grandes actrices británicas y ahora, también, la encargada de hacer llegar un mensaje. Porque, tras la revelación de que Robin Williams había sido diagnosticado de mal de Parkinson poco antes de tomar la trágica decisión de quitarse la vida, Helen Mirren sintió la necesidad de contar que ella también sufre de la enfermedad y, de alguna manera, llevar tranquilidad a otros que también la padecen.

"El Parkinson es un proceso lento e inevitable. Es difícil convivir con él porque nunca sabes si vas a poder o no hacer determinadas cosas cada día, lo que dificulta la vida cotidiana", aseguró la protagonista de La reina. "Lo más importante es que las personas con Parkinson tengan la oportunidad de dar a conocer cómo es esta dolencia, para que la sociedad pueda entenderla mejor, como ha ocurrido con otros trastornos como el autismo".

De esta manera, la actriz suma su testimonio al del actor Michael Fox y al del boxeador Muhammad Ali, que han dado a conocer públicamente detalles de su vida como pacientes de esta enfermedad degenerativa. (GDA).