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La falta de educación de numerosos usuarios del Metro se evidencia diariamente. Muchos de éstos cuando abren las puertas de la estación Mamá Tingó, empujan a los demás en las esclaeras, a fin de llegar primero y conseguir un asiento.

Lo peor del caso es que la situación se produce ante la mirada indiferente de los miembros del Cuerpo de Seguridad del Metro (Cesmet).

Además, los guardias permiten que ciudadanos se aglomeren en las puertas del Metro, lo que causa molestias a los que salen e ingresan.