domingo, 9 de junio de 2013 21:32 By Augusto Socìas

LA ROMANA. Un remake de la película mexicana de los años 70 "Mecánica nacional", pareció ser la entrada a Altos de Chavón, desde la carretera por un terraplén infinito hasta el mismo sitio del concierto.

La falta de sentido común de quien dio la orden de formar un cuello de botella tan inmenso, que duraba una hora, provocó otras faltas de sentido común tan colosales como tres filas de choferes indiscilplinados, que avanzaban como tortugas en una carrera lenta pero loca, por demostrar quién era tal vez el más listo. Una de tapón fue demasiado para entregar un papel. La seguridad de Casa de Campo se excedió. Sobre todo porque al final del concierto todo fluyó bien.

Cuando los asistentes pudieron llegar, ya Be.Crazy había actuado y poco después lo hizo Eliacim, quien llegó con un formato minimalista de excelentes músicos y una selección infeliz de alguien a quien comienzan a conocer, apenas por La Bella.
La ambición de los nuevos siempre es peligrosa, y puede dar al traste con una buena presentación. Con tres temas hubiese sido suficiente. Le acompañaron caja, guitarra, bajo, y arrancó con "Tu sigues siendo mi pecado favorito", luego Quiero y Cancioncita cursi de amor.
Después presentó "algo que todos se saben" un tema en inglés, que mezcló con el Chan Chán de Compay Segundo ( no es sacudía el jíbaro, sino el jibe, que en cubano quiere decir el colador de arena). Siguió con Un día de esos. No hizo una buena selección para debutar en grande en Chavón. Fue recibido cálidamente. Cuando dijo que se iba, la gente aplaudió con entusiasmo, entonces cantó La Bella, escrita en un momento que no podía venir a mi país.

Arjona

Entonces llegó Arjona, tras un anuncio de espectativa sobre la pobreza en el país que hastió a los presentes que abuchearon y luego lo quitaron. Que el esperado era el guatemalteco.

El espectáculo Metamorfósis, hay que decirlo, fue excelente en cuanto a puesta en escena, luces, escenografía, imágenes, historia contada, calidad de la banda (dirigida por un dominicano, con dos borícuas, dos cubanos y cuatro mexicanos).

" Aprendí a correr una mañana antes de empezar a caminar... Tantas vacunas... ", un recorrido por los gustos, las músicas que lo han influido donde, claro, faltaron las referencias a Sabina, Serrat, Pedro Guerra, Silvio y otros más. Luego salió a escena cantando "Animal nocturno" reconociendo "me canse de toda esa gente que dice que te adora... Me compré unos cuantos amigos, una novia y un perro... Yo compré una podadora...".

Mientras tanto una muchacha en un costado decía en un cartel: "Qué bonito es decir que soy solo de usted". Otra al frente le dictaba "Adóptame", pero sin acento. Y por detrás rezaba "¿Qué es lo que tengo que hacer señor para ver si se enamora de esta 33 años menor?" Y dos corazoncitos inflados, que luego utilizó como parte de la escenografía en otra canción.

"Amores que se gastan con el uso, merecen libertad y descansar. No pidas que te diga lo que sabes, ni quieras tu saber lo que no sé. De todo lo demás tienes las llaves y si hace falta algo, lo olvidé. La muerte me enseñó que hay que vivir" (Hay que vivir) y la gente disfrutando el concierto, salvo muy pocos. En Qué estás haciendo tú manifiesta "Quién me manda a ser adicto de tus besos si la luna no es de queso". Luego Desnuda.

Arjona dijo que esa noche no era una noche cualquiera, "es una noche muy especial trajimos un pedacito de Metamorfósis, es el último concierto de esta gira. Porque es un país que nos gusta", y lo dijo tres veces.

Entonces regaló "Acompáñame a estar solo", en un arreglo diferente al que ya es conocido." El amor", que según su manera de ver las cosas "es la arrogancia de aferrarse a lo imposible, es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti".

Sacó un organillo a paseo, y cantó "ella es mi novia desde que me acuerdo... Mi novia se me está poniendo vieja..." Un cuatro puertorriqueño lo metió en un son que se rockeó enseguida. "Historia de un taxi". "Después de un tequila veremos qué es lo que pasa". (Hay quienes dicen que tiene ideas tomadas de Sabina). Una muchacha poco valiente subió a bailar, pero no bailó y tuvo que bajar sin aferrarse al cuerpo del artista.

"Dime que no" la empató con "Cuando fue la última vez", que a su vez hiló con "A ti". Y continuó con una que dice Cómo duele.

Excelente show, musicalmente y dramatúrgicamente, con un montaje escenográfico y de luces e imágenes bien pensado y una banda eficiente con un formato que incluyó saxo, chello, violín, bajo, guitarra, piano, guitarra prima, percusión menor y batería.

Pingüinos en la cama, es de las canciones más ridículas -hace recordar a Benedetti o a Paulo Coehlo-; pero con Señora de las cuatro décadas recuerda al Serrat de Señora. Evelyn de 41 años subió a tarima, lo abrazó y le regaló una pulsera. Que la madurez es la madurez.

Una batería de bidones, y otros utensilios como en los Stomps le da pie a cantar "Reconciliación": "y yo como un tonto pendejo con un globo de I Love you diciéndote adiós". Y la mucha del letrero de "Adóptame", sin acento, llorando a moco tendido, por el amor de su ídolo.

Ya sin mocos ni lágrimas, Arjona cantó Sin daños a terceros. Y "Fuiste tú", con la extraordinaria compañía vocal de Adalgisa Pantaleón.

En "Dime si él" dejó que Chavón, menos tres o cuatro más, la cantaran. La gente fue feliz. Hizo "Te quiero". Luego salieron sus músicos a proscenio y cantó "Si el Norte fuera el Sur". Roberto Cavada coreaba. Coreaba Félix Bautista, coreaba José Monegro. Luego se fue a oscuro y apareció Arjona al piano con los acordes de "El problema". Ovación. Falso final. Regresó con "Minutos". Segundo falso final. Para regresar a escena con "Mujeres". (Diario Libre).

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