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Lo cierto es que la Oficina Nacional de Derecho de Autor (Onda) sigue inventando en lo referente a solucionar los problemas por los que atraviesa la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores de Música Dominicanos (Sgacedom).

Esto así porque designó una Junta Administradora integrada por el merenguero típico Francisco Ulloa, un hombre serio, bien intencionado, pero deconocedor de los derechos de autor, igual que otros de los que le acompañaron en su efímera gestión.

Posteriormente, nombró otra Junta Administrativa integrada por Manuel Jiménez, Víctor Víctor, Pavel Núñez y Porfirio Piña.

Jiménez encabezó en el 2010 la Comisión de "Control", Seguimiento y Transparencia que recibió un informe pormeneroizado de supuestas irregularidades cometidas por la directiva que sustituyó. No lo divulgaron ni contrataron a una firma de auditores para realizar una auditoría y determinar si hubo o no manejos incorrectos de las finanzas del gremio.

Espeamos que ahora Jiménez se comporte de manera distinta a su anterior participación como presidente interino de Sgacedom.

A propósito la Onda tiene un informe en el que se consignan presuntas irregularidades por millones de pesos que guarda como un secreto de Estado, en lugar de asumir su rol, indagar y si se comprueba que son ciertas las imputaciones, remitir a la justicia a los responsables.