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Una de las funciones principales de un programador de radio es garantizar que el contenido de una emisora sea atractivo para los oyentes, y Pedro Arroyo cumplía con esa encomienda.

No sólo eso: tenía buen ojo para asignar recursos, determinar la programación de ordenadores y de personalidades al aire así como otros miembros del personal.

Su capacidad para armonizar con los directores y productores de orquestas, y con promotores era extraordinaria, y su personalidad jocosa lo complementaba.

Por todas esas razones y por muchas otras, el fenecido programador de Z-93 y creador del Día Nacional de la Zalsa, Pedro Arroyo, será extrañado por sus colegas radiales y será recordado como un ejemplo a seguir en la industria de las comunicaciones.

Los radiodifusores y otras personalidades de la radio que tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el trabajo de Arroyo destacaron su habilidad de planificar y estructurar cada minuto de la programación de Z-93, una cadena de la compañía Spanish Broadcasting System Puerto Rico (SBS-PR). También la de Estereotempo y, más recientemente, la de Ritmo 96.

Otra de las grandes habilidades que tenía el “Superhéroe de la Salsa”, como cariñosamente se le ha bautizado en estos últimos días, era su capacidad de estudiar, analizar e interpretar los datos demográficos de las encuestas de radio.

“La pérdida de Pedro es muy fuerte para mí en este momento. Él fue un maestro, fue como un padre para mí, un gran ser humano, y ahora siento que lo tengo como un ángel”, expresó a Primera Hora el director de programación de la Nueva 94 y La Mega, Rogie Gallart, quien trabajó muy cercano a Pedro Arroyo en estos últimos años. (primerahora.com).