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Miles de ciudadanos llegaron con retraso a sus centros de trabajo y estudios, debido al deficiente transporte público que nos gastamos, al que diferentes gobiernos le han regalado miles de millones de pesos.

Cuando llueve,disminuye considerablemente el número de carros del concho, buen porcentaje convertido en chatarras. Los minibuses denominados "voladoras" y la débil Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa), resultan insuficientes para la cantidad de personas que se desplazan a empresas y universidades.

Los "sindicatos" de choferes de carros y minibuses y autobuses públicos, se han multiplciado como la verdolaga y muchos de sus dirigentes han acumulado fortunas milllonarias en base a sus acciones de chantaje y extorsión a las autoridades.