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Lo más cerca que ha estado la periodista puertorriqueña María Celeste Arrarás de la realeza es a través de las páginas de la revista ¡Hola! que compraba su abuela.

“¡Hola! era la biblia de mi abuela; yo crecí leyendo ¡Hola!; ella vivía en Mayagüez y todas las semanas iba con ella a buscarla, así que gracias a mi abuela tengo un bachillerato en realeza”, contó la conductora del programa Al rojo vivo.

Será María Celeste junto con su compañera Mónica Noguera la responsable de la cobertura de la boda del príncipe Guillermo con su prometida Kate Middleton para la pantalla de la cadena Telemundo.

A partir del lunes, 25 de abril, la periodista presentará distintos reportajes en directo desde Londres.

El día del casamiento que ha acaparado la atención mundial, la cadena Telemundo iniciará su transmisión a las 5:00 de la mañana.

Como profesional, María Celeste está emocionada de poder participar en un evento histórico, y sobre todo, de poder comunicar a la audiencia una noticia agradable.

“Me parece que es algo de esperarse (la atención de la gente), porque al público le gusta el romance y le gusta soñar, a la gente le gusta la fantasía de la realeza y creo que eso hace que la gente se enamore de la nota”, opina la presentadora.

“La expectativa de la boda de la princesa Diana fue tan espectacular que la gente está esperando algo igual o que lo sobrepase”, agregó.

Mirando al futuro matrimonio como espectadora, la madre de tres hijos observa a la joven pareja como una sólida.

“Es un enamoramiento de verdad, porque cuando la princesa Diana se casó con Carlos, tuvieron un noviazgo express y se casaron y básicamente aquí es al revés, es un noviazgo de siete años y decidieron casarse después de conocerse”, comentó quien aprovechará la asignación para vacacionar los días previos en Dublín, Irlanda. Allí visitará a unos familiares.

En un tono de humor, María Celeste reveló que si fuese ella la novia, su boda sería completamente opuesta a la real.

“Sería algo bien sencillo y privado, medio qué sé yo, medio bohemio, bien sin planificar mucho, bien espontáneo y bien genuino”, detalló.

“No habría cola de 25 pies ni velo de 50 metros”, acotó sin entrar en su vida privada.

Sin muchas reglas

María Celeste, en tanto, indicó que la prensa acreditada para cubrir el enlace no ha tenido mayores restricciones, aunque no tendrán acceso al servicio religioso, sino únicamente las cámaras.

Para esta asignación, la también autora de libros pretende reportar desde la perspectiva de televidente.

“Siempre reporto las noticias como si fuera un televidente, no como presentadora, porque también soy televidente y trato de llevar lo que me gustaría a mí ver, cómo me gustaría verlo presentado; porque cuando partes de esa premisa y te desactivas de tu propia imagen, el resultado final es una cobertura más genuina”, apuntó la mayagüezana.

En ese sentido, considera que ha logrado esa percepción entre la audiencia.

“Creo que el público sabe cuando alguien está fingiendo ser lo que no es o tiene un ego muy grande”.

Sólido Al rojo vivo

La preproducción de la cobertura de la boda real sucede en momentos en que Telemundo, según informó la periodista, se posicionó como la cadena hispana de mayor crecimiento en Estados Unidos.

“Dentro de ese notición, nosotros (Al rojo vivo) tenemos parte del crédito, porque según los números de audiencia, se calculó que hemos crecido un 21% en lo que va del 2011 versus el mismo periodo en el 2010”, detalló del proyecto que cumple ocho años al aire.

“Quiere decir que la fórmula está funcionando, inclusive nosotros con frecuencia somos el programa número uno de audiencia en los mercados principales de Estados Unidos en nuestro horario; quiere decir que le ganamos a las cadenas americanas”, concluyó la activa usuaria de la red social Twitter (@mariaceleste). (Primera Hora).