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En el mundo de la danza árabe, el país cuenta con una excelente maestra, Lorelei Acosta, quién tuvo sus inicios el año 1999, y es una de las más consagradas bailarinas, coreógrafas e instructoras del país.

Actualmente cuenta con su propio estudio de danza al que denomina “LORELEI ACOSTA, DANZA ORIENTAL”, donde despliega su pasión por esta disciplina y su profunda vocación por la enseñanza. Cuenta con servicios en Santo Domingo y en Punta Cana, y prepara espectáculos para eventos sociales y culturales en toda la isla.

Recientemente fue invitada a participar en el prestigioso Festival Alf Leyla en Chile, siendo la única participante dominicana, donde tuvo la oportunidad de compartir escenario con excelentes maestras internacionales, y donde recibió formación de grandes maestros como la gran estrella egipcia Randa Kamel, Momo Kadous, Dana Amar, Mohamed Shahin, Samara Hayat, entre otros.


Durante el pasado año 2010, Lorelei dio formal inicio a su faceta como productora de eventos internacionales, trayendo al país al gran maestro, bailarín y coreógrafo de origen árabe Jalil Jalil, directamente desde la Argentina, junto al cual desarrolló dos exitosas jornadas de talleres de danza en Santo Domingo y en Punta Cana, en las cuales varios grupos de jóvenes, amateurs, de nivel medio y profesionales, se dieron cita para recibir formación. Dentro de este mismo programa, también se realizó un fastuoso espectáculo profesional de danza en el Maunaloa, Gran Club y Casino, donde los asistentes fueron deleitados con un exquisito despliegue del color y la gracia que caracteriza a este milenario arte.

A lo largo de su carrera como instructora, Lorelei ha tenido gratificantes experiencias en donde ha visto a sus alumnas, tanto a las que aspiran a ser profesionales o ya lo son y quieren perfeccionar su técnica, como a las que lo toman como una actividad física divertida, no sólo aprender y disfrutar de este baile, sino también desarrollar su autoestima, elegancia, entre otros valores indispensables para una buena salud emocional.

El gran amor y respeto que Lorelei profesa a la danza, su espiritualidad, técnica, elegancia y sensualidad, se desbordan magistralmente en cada una de las entregas que hace a sus alumnas y al público que fielmente le sigue, porque pone su alma en cada ocasión, y esto hace de ella una artista sencillamente única.

Lorelei expresa su inquietud debido al poco apoyo que recibe la danza oriental en el país. “Me encanta ver cómo en otros países, el público que no estudia Belly Dance, igualmente lo conoce y lo apoya como una forma respetable de arte. Eso es algo que me gustaría ver en mi país y por lo que estamos día tras día luchando”, dice ella misma.

Entiende que la comunidad de la danza en Rep. Dom. cuenta con buenas academias y grandes profesionales que están trabajando duro para hacer crecer esta disciplina, y que hay que conjugar todo eso y caminar hombro con hombro para llevar al público productos y servicios que estén cada vez más cerca de los estándares internacionales, y al mismo tiempo lograr educar el entorno, a fin de que se valore y se respete la danza del vientre como una disciplina completa e importante dentro de las artes.

Enviado por: Yanilka García