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Fernanda Romero ha decidido que el escándalo sobre su supuesto matrimonio arreglado en Estados Unidos para obtener la residencia oficial en ese país no empañará su carrera.

Con fuerza de voluntad y tras haber desarrollado lo que considera una coraza contra las adversidades, la actriz se ha volcado en varios proyectos que incluyen una película en México, una campaña para una cadena estadounidense de hamburguesas (Wendy's) y la creación de su propia banda con una propuesta ''electro-folk''.

El largometraje, que se espera estrene el próximo año, se titula ''Orol, el surrealista involuntario'' y está basado en la vida del productor de cine mexicano Juan Orol. Romero interpreta a la última de sus esposas, Dinorah Judith, una bailarina de ballet que él convirtió en actriz.

Como parte de la trama, su personaje pasa por varias etapas, desde que se casó con Orol con tan sólo 16 años hasta la muerte del productor cuando ella tenía 32.

Romero dijo que se preparó viendo las películas rodadas por la bailarina, así como fotografías y afiches de la época y que también le ayudó sentarse con su abuelita, quien le contó cómo se vestían entonces y hasta le enseñó a bailar el mambo.

''Dinorah fue la última musa de Orol, que empezó a aparecer en sus películas... creo que al casarse con él tan chavita, ella veía en él más una figura paterna. Eso es algo que me hubiera gustado preguntarle'', declaró. ''Seguramente Orol tenía lo suyo'', agrega con picardía.

Interpretar a una persona de la vida real que además fue famosa representa todo un reto adicional, reconoce Romero.

''Tienes que analizar mucho el material cinematográfico que se hacía en ese entonces... hasta cómo actuaba ella enfrente de cámara ... Quieres hacerlo bien, piensas en la familia de Dinorah, que vayan a ver esto y a decir, 'Ella no era así'. Obviamente yo creo que siempre como actor quieres tratar de dar el 100 por ciento pero más aún si se trata de una biografía''. (Prensa Asociada).