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Nueva York.- Ser un símbolo sexual tiene sus peligros, aprendió Usher de primera mano durante su concierto en el Madison Square Garden.

El cantante subió a una admiradora extasiada al escenario el lunes por la noche para cantarle el sensual tema "Trading Places". La sentó en un sillón en el que le cantó mientras la acariciaba.

Entonces, luego que cambiaron de posición, la fan sobreexcitada intentó mover la pierna para acercársele un poco más a Usher, dándole un puntapié en la nariz con sus botas de tacón de aguja.

La chica trató de calmar la situación sobándole la cara al cantante, pero no había necesidad: Usher salió ileso y lo que hizo fue un chiste al respecto. (Prensa Asociada).