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El día de silencio que por recomendación médica se tomó Marc Anthony le vino de maravilla a este cantante puertorriqueño nacido en Nueva York. El intérprete ofreció sin problemas vocales mayores la segunda función de su espectáculo la noche del martes, luego de haber sido cancelada el domingo como consecuencia de una laringitis que lo indispuso. Este padecimiento se le notó sólo cuando habló, pero casi no cuando cantó.

El esposo de la también artista boricua-neoyorquina Jennifer López no sólo logró llenar el Coliseo de Puerto Rico, en Hato Rey, San Juan, sino que puso a bailar, gritar y corear al público igual o hasta más que el sábado, cuando realizó la primera función de este evento.

En la primera canción del repertorio a las 9:00 de la noche, Aguanile, se le oyó un poco afónico, pero igual sostuvo las notas de esta melodía afroantillana por segundos extendidos; quizás no tanto como 20, como ocurrió la vez pasada, pero sí de 10 a 15.

Al notar el esfuerzo del salsero, popero y baladista, el público vitoreó con más ímpetu, intercalando palabras de aliento como: “¡Eso, Marc!” entre los coros.

“¡Ayúdenme!”, pedía el cantante durante Y hubo alguien, cuyos coros a veces dejó en manos de la audiencia. En este número, hubo momentos en que dio la impresión de que una pista lo acompañaba, pero no hubo manera de comprobar desde las gradas este dato. Además, Marc se encargó de incluir frases originales ausentes en las versiones de los discos.

“Doy gracias por la oportunidad de compartir con mi gente, por estar esta noche con ustedes. Esta noche no estoy al 100%, pero digo presente 100%. Si me pueden echar la mano... Es la segunda vez en 25 años que tuve que cancelar o posponer un show, pero… ¡Estoy en casa!”, expresó haciendo cucharitas al finalizar ese tema.

“Check it out!”, añadió una y otra vez durante el evento, a la vez que carraspeaba y hacía bromas sobre su estado de salud, poniéndose mongo, pero vocalizando con fuerza.

Un elemento novedoso en esta función fue el cuatro puertorriqueño de Nelson González.

El espectáculo siguió más o menos la misma secuencia de 15 canciones, de manera que continuó con Hasta ayer, Te conozco bien, Abrázame muy fuerte, Y cómo es él, Valió la pena –tras la que besó el suelo–, Contra la corriente, Qué precio tiene el cielo, Mi gente (Héctor Lavoe) y Tu amor me hace bien.

Esta vez, incluyó además Vivir lo nuestro y eliminó No me ames, en la que suele invitar a la tarima a Jennifer. El final del concierto ocurriría con la tradicional Preciosa.

“Muchas gracias, porque no saben cuánto sufrí pensando en esta noche. Pero se dio, gracias a Dios. ¡Qué increíble ser boricua!”, expresó emocionado antes del fin de la velada, cerca de las 10:50 de la noche. (Primera Hora).