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Las frecuentes interrupciones en el servicio energético tienen a miles de ciudadanos con el grito en el cielo. Aunque el país ha avanzado en telecomunciaciones los desesperantes apagones a que somemten las empresas distribuidoras a un porcentaje importante de la población, evidencian no solo que el servicio es ineficiente, sino que comparado con otras naciones estamos bien atrás.

Quienes han administrado la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), después del proceso de capitalización de la empresa implementado en 1997, han formulado reiteradas promesas de solución a los odiosos apagones, pero no las han cumplido.

Mientras, siguen haciendo su agosto todo el año las compañías que venden plantas eléctricas, inversores, baterías, trementina, velas y velones.