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Fruto del clientelismo que nos arropa, diferentes gobiernos han accedido al chantaje de "sindicalistas" concediéndoles exoneraciones para adquirir vehículos y gasoil subsidiado dizque para mejorar el pésimo transporte público.

Es el caso de los minibuses que la gente ha bautizado como "voladoras" porque muchos de sus conductores transitan a excesiva velocidad y raras veces son sometidos al orden por los agentes de la Autoridad Mwetropolitana del Transporte (Amet), entidad que en vez de avanzar ha retrocedido.

A expensas de los pendejos contribuyentes los cabecillas de las denominadas "federaciones" que son empresas dizfrazadas como tales, han acumulado fortunas millonarias y los ciudadanos de clases baja y media baja y media media, se ven precisados a trasladarse a sus centros de labores o estudios en dichos vehículos, conscientes de que sus vidas corren peligro por la temeridad que donducen muchos de esos choferes, que no sólo andan volando bajito, sino que frecuentemente cruzas semáforos en rojo y no respetan las paradas.

Es parte de la debilidad institucional que tenemos. A los gobernantes les ha faltado coraje para organizar el transporte y meter en cintura a esta gente.

Una cosa es libertad, y otra muy distinta libertinaje que es el que a diario vemos en las avenidas de mayor movimiento de vehículos con las "voladoras".