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PARIS.-París intenta competir con Buenos Aires para convertirse en "la ciudad del tango" con numerosos lugares, como la orilla del río Sena, en los que a diario se reúnen para bailar los amantes de esta danza argentina.

Con más de una treintena de espacios dedicados a ello, la capital francesa rompe con la distancia que le separa de la cuna del tango y ofrece la posibilidad de disfrutar de este arte a partir de tres euros -hasta diez, que puede llegar a costar la entrada en algunos sitios-, e incluso de forma gratuita, como es el caso del Sena.

Así lo explica en una entrevista a Efe el director de la academia "La Boca", Andrea Misse, quien destaca que desde la década de los años 20 París se ha configurado como una de las principales capitales en las que se ha comprendido y trasladado "el sentimiento" y "la pasión" por el tango.

Más allá del Sena, cuya cita diaria depende de las condiciones meteorológicas, "El Patio", "Tango Mundo", "Esprit Tango" o "La Casa del Tango" figuran dentro de la lista de espacios donde poder practicar la danza.

La web http://tango-argentin.fr recoge todos los puntos de encuentro, las horas y los precios.

Los fines de semana la oferta se duplica y los expertos se mezclan con los aspirantes para compartir las ganas por aprender y, al mismo tiempo, pasar un buen rato en compañía de las nuevas amistades que suelen surgir a partir de este baile.

En algunas ocasiones, el tango se convierte en "un pretexto para romper con la rutina, salir de casa y hablar con gente que suele tener una manera diferente de entender la vida", opina Carlos, un chileno que frecuenta esos lugares.

Anne, de origen francés y de 27 años, es una de las personas que acude cada lunes, miércoles y viernes a bailar para dejarse llevar por la melodía argentina y, de paso, "olvidar la hipoteca", explica.

Su caso no tiene nada que ver con el de Manuel, de 56 años, que lleva más de tres años bailando, el mismo que sin volver a su Buenos Aires natal y para quien "danzar es recordar mi tierra y mi gente".

Anne y Manuel son un ejemplo que evidencia que el tango "no tiene edad ni un perfil concreto", cuestión que destaca uno de los profesores de tango salón.

Sin embargo, sí hay un prototipo que parece repetirse, el del intelectual que se acerca al tango por motivos de "ritmo, tradición y poesía", añade.

Más allá de quién lo baile, el profesor mantiene que las dificultades suelen ser las mismas para todos.

Y en respuesta a la insistente pregunta que le formulan quienes se acercan a este baile por primera vez: "no hay un tiempo específico para bailar aceptablemente el tango", que básicamente depende de la dedicación y el tiempo que se invierta en él.

"Ayuda avanzar cuando se tiene una pareja de baile", agrega el profesor, quien indica que "entrar en ritmo, escuchar la música y lograr armonía en la pareja de baile", son los retos más importantes a los que se enfrentan quienes pretenden convertirse en auténticos "tangueros".

La Milonga suele ser el estilo más bailado en París y aunque está ligada directamente al tango, tiene sus propios pasos y permite que los novatos puedan adaptarse y aprender a un ritmo más suave.

Y es que gran parte de profesores afirman que la forma de bailar en la capital gala "no es la misma" que en Buenos Aires, ya que parece que ha ido evolucionando hacia una técnica más "europea y libre".

Los alumnos de "La Casa del Tango" opinan de la misma manera: "bailar en Buenos Aires no tiene nada que ver con hacerlo en París, allí es mucho más artístico y exhibicionista", declaraba uno de ellos.

Sin embargo, ya sea París, Buenos Aires o Madrid, "el tango siempre tendrá la misma intención, la de hacer poesía a través del cuerpo", según una de sus más fieles adeptas, la joven bailarina Silvie. (EFE).