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Los minibuses que la getne ha bautizado conmo "voladoras" porque la mayoría transitan a exceso de velocidad, constituyen una muestra del clientelismo político. En avenidas de mucho tránsito como la 27 de Febrero, Máximo Gómez, Nicolás de Ovando y Hermanas Mirabal, esta última en Villa Mella, Santo Domingo Norte, se observa a muchos de esos vehículos no sólo movilizándose a velocidad de un rayo, tambien se estaciona en medio de la vía y raras veces aparece un agente de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) que los meta en cintura, sancionando con multas a sus choferes.

La mayoría de las "voladoras" han sido adquiridas con recursos de los pendejos contribuyetnes. Además, si su capacidad es de 29 pasajeros, montan el doble de esa cantidad y es frecuetne ver a usuarios que ponen sus vidas en peligro al ir en los estribos de muchas de esas unidades.

El transporte público continúa siendo un caos sin que las autoridades encaren el problema. Las denominadas "federaciones" controlan la mayoría de ls rutas y sus dirigentes extorsionando diferentes gobiernos han acumulado fortunas millonarias.

Mietras, las autoridades en vez de fortalecer la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (Omsa), cuyas undiades, en buen número deterioradas por descuido, son utilizadas por miles de ciudadanos de escasos recursos porque el costo del pasaje es de cinco y diez pesos, menor que el de las "voladoras".

Aunque quieran satanizarlo, el Metro de Santo Domingo es la excepción del pésimo transporte público que nos gastamos. El Metro ofrece servicio rápido, confortable y económico.