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El director de la Agencia para la Prevención del Ambiente y Servicio Hidro-Meteorológico de la región italiana Emilia-Romaña (ARPA-SICM), doctor Carlo Cacciamani, consideró que una estrategia clave para enfrentar los efectos del cambio climático en la agricultura es seleccionar el tipo de cultivo a sembrar en función de la disponibilidad de agua existente en una región determinada.

Indicó que para ello es preciso hacer modelos de capas freáticas del suelo para ver la variabilidad agrícola con relación a los parámetros meteorológicos. Dijo, además, que serán útiles los estudios para determinar la resistencia de los cultivos a las altas temperaturas.

El doctor Cacciamani ofreció la información al dictar la conferencia “Impactos en escenarios de cambio climático en la agricultura”, auspiciada por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).

La actividad, que estuvo encabezada por el director del organismo hídrico, ingeniero Frank Rodríguez, se desarrolló en uno de los salones del Ministerio de Relaciones Exteriores. El expositor estuvo acompañado del doctor Gianni Crema, quien forma parte de la misión de la ARPA-SICM que permanecerá en el país hasta este sábado.

A la misma asistieron el vicepresidente y director ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Omar Ramírez; los viceministros de Agricultura, Antonio Camilo; de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ernesto Reyna y Manuel Serrano; y de Obras Públicas, Mayobanex Escoto, así como el administrador del Banco Agrícola, Paíno Abreu, entre otros funcionarios.

El investigador extranjero aseguró que se deben estudiar los efectos de los cambios del clima en la producción de alimentos, ya que se prevé que la disminución de los volúmenes de agua será cada vez mayor.

También de refirió a otros efectos constatados del cambio climático, entre los que citó tormentas de mayor duración e intensidad debido a la elevación de la temperatura del mar, ciclones tropicales más violentos, fuertes olas de calor e incremento de las sequías.

Agregó que hay que prepararse para recibir los efectos del cambio climático, que es lo que se llama adaptación.