JLO y su maquinaria

miércoles, 5 de mayo de 2010 9:52 By Augusto Socìas


El éxito, siempre traducido al español, se extendió con “Waiting for tonight”. Y apareció con los grandes en la Superbowl al ritmo de “Let’s get loud”. Pero sobre todo se encargó de condimentar su música con modelos explosivos en todas las galas y conciertos: para la historia quedará su vestido color turquesa que cerraba solamente con un broche a la altura de lo que ya no se podía mostrar.

Entonces, la actriz medio conocida que decidió probar suerte como cantante pasó a ser la cantante de ventas multimillonarias que también hacía películas. Y mientras en la pantalla explotaba su vocación de mujer normal, en la música era todo extravagancia.

“J.Lo” empresaria

El fenómeno de masas causado por la actriz y cantante había que resumirlo: en tiempo del SMS y del hip hop, Jennifer Lopez decide resumir su marca a J.Lo. Será el nombre de su nuevo disco —que incluyó el éxito “My love don’t cost a thing”—, pero también su nueva línea de ropa y su perfume.

El summum de su popularidad llegó cuando saltó también a los tabloides gracias a su relación con Ben Affleck. Jennifer Lopez era, sencillamente, una de las mayores estrellas del planeta.

Desde entonces, ni los fracasos al lado de Affleck —tras el estreno de Gigli y The Jersey Girl, ambos se inflaron a los deshonrosos premios Razzies—, ni su bochornoso intento de cine comprometido en Bordertown, ni algún que otro pinchazo discográfico —como “The Brave”— han podido con J.Lo, la mujer que incluso consiguió que Jane Fonda volviera al cine después de 20 años para un título tan menor como Monster in law.

Y así, aun dentro de su retiro, la sensación es que queda Jennifer para rato. Como decía en su segundo disco: “This is me... then” (Esta soy yo...entonces). Y a su público le encanta. (EFE)

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