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Walter Frederick Morrison, el inventor de uno de los juguetes más clásicos y simples presente en los parques de todo el mundo, el frisbee, ha muerto a los 90 años en su casa del estado de Uhta, en Estados Unidos.


Morrison inventó y desarrollo el disco plástico en los años cincuenta, fecha desde la que hasta ahora se han vendido cientos de millones de frisbees alrededor del mundo. Y pocos saben de dónde viene el popular juguete.

Según informa la BBC, Morrison y su mujer, Lu, solían jugar en las playas de California con una cazo de metal, que lanzaban al aire y que más tarde decidieron que evolucionara en material y forma: lo convirtieron en un plato aerodinámico de plástico, al que bautizaron Pluto Platter, algo así como Plato de Plutón y que vendían en ferias locales.

En 1957, Morrison vendió la patente a la firma Wham-O, que descubrió que el platillo, que ya era inmensamente popular entre los niños, había sido rebautizado entre su público, que le llamaba frisbie, por su parecido con un conocido pastel llamado así. Así nació la marca que acaba de perder a su creador.

El hijo de Morrison, Walt, ha declarado a la agencia Associated Press que su padre padecía cáncer, y, con la edad que tenía, no pudo vencer a su enfermedad.