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En su libro "Trujillo, mi padre. En mis memorias, Angelita"a, la señora Angeltia Trujillo intenta, epro no puede, enlodar las reputaciones del h♪0roe nacional don LUis Amiama Tió y de Manolo Tavárez Justo, Pdro Gonzzález y Lenadro Guzmán, esposos de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas por orden de su padre, Rafael Leondias Trujillo Molina, quien sojugó al pueblo dominicano por 31 años.

Sólo en un país insólito, como lo definió el abogado y escritor Manuel Arturo Peña Batlle, se permite que dicha señora ponga en circulación una obra difamatoria en la que itnenta insultar la inteligencia de los cominicanos.

No es cierto que don Luis Amiama Tió fuer representante de los intereses de Estados Unidos ni mucho menos que le dier ala orden al entonces secretario de las Fuerzas Armas, teniente general José René Román Fernández para que se cometiera el horrendo crimen de las hermanas Mirabal.

Esa orden las impartió su padre. Nadie con los pies sobre la tierra se imagina que no fuera Trujillo quien impartiera las órdenes de los asesintaos de las Mirabal, Virglio mainardi Reyna y su esposa embarazada, cinco miembros de la familia Bencosme, del profesor vasco Jesús de Galíndez, secuestado en Nueva York, traido al país y vilmente asesinado.

Faltaría espacio para enumerar los crímenes ordenados pro Rafael Leonidas Trujillo Molina, y que su hija pretende atribuírselos a otros, y lelga al colmo de tratar de ensuciar al héroe nacional don Luis Amiama Tió.

Repudiamos que las autoridades permitan que se celebre aquí la puesta en circulación del libero de la señora Trujillo y que se permitiera que un hijo de ésta acudiera a medios de comunciación a hablar, inclusive de política interna, y que ciertos comunciadores le pusieran el balón debajo del canasto apra que lo encestara. Todo es parte de la inversión de valroes que nos arropa.