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Eduardo Brito, el más destacado cantante dominicano, falleció el 5 de enero de 1946. Brito cuyo nombre de pila era Eleuterio Aragonez nació el 21 de febrero de 1905 en el Cerro de Nava, sección Blanco, hoy Luoperón, Puerto Plata.

Mandadero, aprendiz de herrero, jornalero y más decididamente limpiabotas en el parque Duarte de Santiago, desde sus primeros años comenzó a llamar la atención por su musicalidad y pulcritud en el vestir. Llevado de la mano, primero por los trovadores populares Inocencio Pereyra (Chencho), Carlos Nicanor Valerio (Piro) y Bienvenido Troncoso, y luego por el maestro Julio Alberto Hernández, el joven cantor va pasando del campo informal de la serenata, presentaciones improvisadas en cualquier café, alguna que otra velada familiar, al ámbito más exclusivo del teatro. Los compositores Juan Francisco García (don Pancho) y Luis Rivera, también ponen su granito de arena en la basamenta artística del joven Brito, que todavía sin saber leer ni escribir, fue capaz de aprenderse el cuarteto de la ópera "Rigoletto", de Verdi, y cantarlo en Santiago y Moca, junta a Catalinita Jáquez, Petrica Comprés y Susano Polanco, con orquesta y bajo la dirección de Luis Rivera.

Luego, en 1928, para retirar su primer pasaporte, debió aprender a escribir su nombre y así siguió firmando: E. BRITO.

Para 1924, ya había estado en San Pedro de Macorís, regresando en 1926 a esa ciudad que había conocido una actividad económica superior al resto del país con el auge del azúcar, y donde el arte era reconocido y apreciado por las grandes mayorías.

Brito dividía para entonces su tiempo entre el muelle de San Pedro de Macorís, cargando pesados sacos de azúcar y cantando con los diversos grupos musicales de la región Este. En Macorís cantó con la orquesta de Manengo de León y con el Sexteto Armonía.

A propósito del Brito estibador, entre sus biógrafos siempre ha habido discrepancias. Mientras unos afirman que él fue por ncesidad económica estibador a tiempo completo, para otros, sólo desempeñó este trabajo de manera coyuntural.

La sociedad capitaeña lo descubre al orilo cantar en 1927 en un banquete dedicado al doctor José Dolores Alfonseca y al Licdo. Abigaíl Montás, y en esa ocasión, la crítica estimulante de Juan Bautista Lamarche declara: "Ignorábamos que existiese en Santo Domingo unc antante de sus condiciones; ha sido una verdadera revelación".

El 18n de abril de 1928 el gobierno inaugura la emisora oficial HIX y bien pronto, Brito, acompañado de nuevo al piano por Julio Alberto Hernández, se comnvierte en asiduo invitado de sus micrófonos. En los estudios de esa radiodifusra, la Víctor de EE. UU. realizó una serie de grabaciones con un equipo traido al efecto, y de las deficientes matrices ques e lograron en esas sesiones, fueron prensadas unas cuantas en New York, entre las que se escogieron cuatro selecciones de Eleuterio Brito.

A fines de 1929, el "Grupo Dominicano" (Brito, Enrique A. García, Bienvenido Troncoso y Luis María Jiménez-Chita-, se va a Nueva York y en menos de quince días graba para la Víctor cincuenta selecciones de compositores criollos. hasta hoy esta labor dominicanista no ha vuelto a ser igualada y mucho menos superada. Grabaron criollas, boleros, bachatas y merengues. El Grupo Dominicano regresó al país al final de su contrato, no así Brito y su esposa Rosa Eelena, que se dieron a conocer tanto al público hispano como al sajón, a través de la radio, teatros y clubes exclusivos newyorkinos. (Reproducido del libro "Por Amor al Arte" del tenor Arístides Incháustegui).