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Si bien es cierto que se ha incrementado el número de universidades, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, debe revisar los pensums de los centros de estudios superiores y supervisar periódicamente la docencia en los mismos. Muchas universidades están graduando a personas con deficiencias al por mayor y detalle.

Exiten profesores que lo único que les preocupa es ganar más dinero. Frecuentemente no asisten a cumplir con su deber y las autoridades de los centros donde laboran, incluida la Universidad Autónoma de Santo Domingo(UASD), se hacen de la vista gorda.

¿Cómo es posible por ejemplo, que contando la UASD con una imprenta no publique ni siqueira un boletín para que practiquen los estudiantes de Comunicación Social..? Hay que combinar teoría y práctica.

Ocurre que en nuestra más antigua universidad está presente el clientelismo partidista y la demagogia, en adición a que se designan profesores, pocos por suerte, sin capacidad para impartir docencia.

Lo mismo acontece en academias privadas cuyos prooietarios sólo se preoupan por amasar fortuna. El afán en ese sentido es otro factor que perjudica la formación de nuestros jóvenes. También, que la mayoría de centros de estudios les pagan salarios míseros a los profesores con las excepciones de la regla.