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Se impone que la Policía implemente cambios en su estructura. Por ejemplo, se habla de una Policía Científica pero frecuentemente patrullas de la institución practican ejecuciones de supuestos o reales delincuentes. En este sentido es preciso señalar que no está establecida la pena de muerte en el país.

En el caso del sucuestro Baldera la Policía quedó mal parada ya que había manifestado en varias ocasiones que dos de los participantes en el hecho murieron en intercambio de disparos, lo que no era cierto, como determinó la comisión que investigó el hecho recomendando sanciones para oficiales y clases de la Policía.

Si bien es cierto que hay que mejorar los sueldos de los miembros de la institución, tambien se debe depuar sus filas, integrar personas que sean bachilleres e instruirlos de que están para proteger a la ciudadanía, que no deben incurrrir en violaciones de los derechos humanos y que exhibir comportamiento adecuado cuando no estén en servicio.

El jefe de la Policía y sus comandnates deben poner los pies sobre la tierra y tener presente que la delincuencia se combate de manera preventiva, no solo de forma represiva.

Necesitamos una Policía más eficiente y profsional, con miembros honestos, a quienes deben pagarles salarios adecuados a sus delicadas funciones. Tambien sacar a las manzanas podridas de sus filas para que no contaminen a otros.