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Los partidos políticos se burlan de la ciudadanía con los privilegios que auspician para funcionarios, legisladores, síndicos y regidores, específicamente, nos referimos en primer lugar, a los elevados salarios que devengan que superan con creces a la de maestros, agrónomos, mádicos, odontólogos, policías y militares.

En el caso de los regidores la ley de organización municipal establece que esas funciones son honoríficas. Sin embargo, los ediles apoyados por sus partidos, reciben de "dietas" miles de pesos por asistir a las sesiones. También, combustble, préstamos y otros privilegios.

Diputados y senadores perciben salarios elevados, los primeros de 342 mil pesos mensuales. También, los fondos que se conocen como "barrilitos", 50 mil pesos mensuales para los diputados y en el caso de los senadores entre 300 y un millón de pesos.

Asimismo, los legisladores al juramentarse reciben dos exoneraciones abiertas que venden al mejor postor, combustible, dietas por sesión y pasaporte diplomático, etc.

Los sueldos de legisladores y muchos funcionarios constituyen una burla a los ingresos percibidos por personas que se quemaron las pestañas para obtener un título y que subsisten en medio de limtiaciones, como médicos, enfermeras, educadores, odontólogos, y otros.