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Los apagones no dan tregua en el Distrito Nacional, provincia Santo Domingo y el interior. Estamos conscientes de que la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) necsita más recursos para pagarle a los generadores. Sin embargo, esa institución y las distribuidoras siguen con la odiosa práctica de privilegiar sectores de clases media y alta, y castigar hasta el cansancio a urbanziaciones de clase meda media y media baja que pagan religisaomente por el pésimo servicio.

Celso Marranzini está obligado a mejor el deficiente servicio energético que mantiene irritados a miles de ciudadanos de distintos estratos sociales. Y debe hacerlo porque fue el más incisivo crítico de las deficiencias y el clientelismo de su antecesor.

En la urbanización Vista Bella, Santo Domingo Norte, por ejemplo, sus residentes con escasas excepciones, pagan relgiosamente el servicio. No obstante, son castigados con extensas interrupciones de cuatro, seis, ocho y 10 horas diariamente.

Dueños de colmados, cafeterías, distribuidoras de productos lácteos y embutidos, sufren no solo el intenso claor, tambien las pérdidas cuando se dañan productor. Asimismo, se incrementan sus costos operacionales con el gasto de combustible para plantas.

Cuando se privatizó el servicio energético en 1997 se dijo que en pocos años el problema de los apagones sería solucionado. Sin embargo, ha sido el negocio de capa perro, como dice la gente del pueblo. Se paga más por el pésimo sevicio, ganan más los dueños de las generadoras y sigue el problema que tiene más de 40 años.

Claro en lo que el hacha va y viene, administradores de la CDEEE y genradores han amasado fortunas millonarias a expensa de los pendejos contribuyentes que pagan los paltos rotos sin ser culpables.

El colmo de la situación es que se mantienen contratos con determinadas compañías generadoras que incluyen entre sus artículos que aunque estén apagadas hay que pagarle. Es, sencillamente, un descaro, apañado por los jodíos partidos.