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“Corta Venas” será repetido el próximo viernes 4 de diciembre

Definitivamente el amor nunca muere. Y lo comprobamos el pasado viernes
durante la actuación en el Maunaloa Night Club de los cantautores criollos
Anthony Ríos y Félix D´Oleo, quienes llenaron de bote en bote el lugar, en
una noche de sentimientos.

“Cortas Venas”, es el nombre del concierto que concebido por Raphy D`Oleo
Magnament, sirvió de plataforma para juntar a estos dos exponentes
criollos de la canción romántica, que por los resultados de la química y
la petición de la gente, el show será repuesto el próximo día 4 de
diciembre.

La velada estaba pautada para que ambos artistas cantaran, al menos dos
horas, pero el show se extendió hasta cerca de las 3:00 de la madrugada,
pues el público se resistía a salir del tradicional Night Club, que tenía
lleno todos los cupos.

Félix D`Oleo abrió el concierto a las 11:00 de la noche y tras entonar
“Porque me falta todo” y una buena parte de su repertorio que lo catapultó
en los años 90, la nostalgia embargó a un público, que en su mayoría
acudió acompañado de su pareja.

Un mosaico de temas acentuados por baladas y boleros de las décadas del
70 y 80 subieron la adrenalina de la gente hasta que a las 12: 30 de la
noche llegó Anthony Ríos escoltado por una banda de músicos al frente de
Víctor Taveras, Mártires de León y Davisito Paredes. Anécdotas,
vivencias, cuentos y cantos sobre la base del género de la bachata
trillaron el camino del más polifacético cantautor dominicano.

Al filo de las 3:00 de la madrugada ambos intérpretes se juntaron en
escena y lo que parecía el presagio del final se convirtió casi en el
inicio de la velada con las ocurrencias, chistes y duetos que sellaron una
noche de bohemia. Cuando todos creían llegado el momento de despedida,
D´Oleo fue llamado por Anthony a compartir el escenario y aquello se
convirtió en un bar hechizado por la nostalgia y el despecho. El público
jamás volvió a sentarse. Al acorde de los grandes éxitos de Ríos, ambos
artistas cantaron a dúo junto a un publico enardecido que pedía mas y que
al final despidió con una gran ovación exhibiendo el gesto característico
de cortarse las venas.